El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos Calderón, reconoció ayer el esfuerzo que hizo Guatemala hace 20 años, cuando logró concretar un proceso de paz, y dijo que por eso visitaba ese país, porque allí hay mucho qué aprender en esa materia.
“Nuestros países tienen una historia en común, que es la historia de la búsqueda de la paz en medio de las dificultades”. Así se lo expresó Santos Calderón en Ciudad de Guatemala a su homólogo, Jimmy Morales, según reza un comunicado oficial divulgado por la Casa de Nariño.
El mandatario centroamericano le manifestó a Santos su admiración por la decisión con que ha encarado el proceso de negociación de un acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc.
“Le deseamos lo mejor de lo mejor y cuenta con todo nuestro apoyo. Expresamos el total reconocimiento y apoyo de Guatemala a este proceso y estamos seguros que la determinación y valentía con la que se persigue este objetivo rendirá los frutos esperados, sobre todo en la etapa del posconflicto”, puntualizó Morales.
Santos, por su parte, indicó que Guatemala y Colombia son aliados en asuntos como la lucha contra la corrupción y la búsqueda de mejores niveles de seguridad ciudadana.
El presidente colombiano sostuvo que “esta visita también tiene el propósito de ratificar al presidente Morales y al pueblo guatemalteco nuestra decisión de seguir ofreciendo cooperación en estas áreas”, que se complementan con la profundización de un intercambio cultural y de negocios benéficos para ambos pueblos.
En esa misma línea, Morales enfatizó la cooperación binacional en proyectos para incrementar la seguridad ciudadana y para combatir el crimen organizado. En el campo específico de los negocios, el presidente guatemalteco mencionó el aumento de los vuelos entre las capitales de Bogotá y Ciudad de Guatemala.
De otro lado, Santos, en reunión con empresarios guatemaltecos, los invitó a sacarle provecho a las oportunidades de comercio e inversiones que hay en Colombia, dado el buen crecimiento económico del 3,1 por ciento y la salida de la pobreza de 4,6 millones de personas y de 2,6 millones de la pobreza extrema.
El presidente Santos Calderón advirtió que “nos tocó hacer un ajuste muy drástico, pero fue hecho con mucho pragmatismo para no afectar las fuentes de crecimiento como la construcción y la infraestructura, así como tampoco a los más vulnerables. Es lo que hemos llamado austeridad inteligente”.