Comiendo cocos que logró sacar de la carga que llevaba la avioneta y tomando agua de un arroyo en cuya orilla hizo un cambuche, sobrevivieron Nelly Murillo Moreno, de 18 años, y su bebé de cinco meses, Yudier Stewar Moreno, rescatados ayer en las selvas del Alto Baudó, tras el siniestro ocurrido el sábado de una avioneta que de Nuquí se dirigía a Quibdó, Chocó.
El coronel Rafael Alfredo Caviedes, enlace de la Aeronáutica con la Fuerza Aérea Colombiana, FAC, relató que la mujer y su bebé fueron encontrados a unos 500 metros del sitio donde quedó la aeronave y manifestó que había escuchado el perifoneo que le hicieron el lunes para que no se alejara de los restos de la avioneta.
Ayer, continuó el oficial, la hallaron a las 2.00 p.m. Presentaba quemaduras de primer y segundo grado en la cara, un brazo y una pierna y laceraciones en los hombros. El bebé estaba ileso.
“La nave se accidentó en el nacimiento de un arroyo y a ella la encontramos cañada abajo. Nos contó que se alimentó de unos cocos que llevaban en la avioneta y como ella es de Nuquí no tuvo inconvenientes en sacarles la cáscara”, contó el oficial.
Hasta ese sitio llegaron los rescatistas, que subieron a los pacientes a un helicóptero de la FAC para el traslado al hospital de Quibdó.
Indicó que desde el sábado realizaban la búsqueda de estas personas, la Fuerza Aérea, la Policía, la Cruz Roja, el grupo de Búsqueda y Rescate Aeronáutico y bomberos, con perros, de Medellín e Itagüí.
“Inicialmente hallamos el cadáver del piloto Carlos Mario Ceballos, pero al no encontrar a la mujer y a su bebé empezó la búsqueda por la selva del Alto Baudó”.