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Después de dos años de diálogos secretos, el Gobierno y la guerrilla del Eln anunciaron una nueva fase de esa negociación, esta vez pública y con una agenda establecida.
Según lo informado, las conversaciones tendrán sedes en Ecuador, Venezuela, Chile, Brasil y Cuba, los equipos negociadores definieron que cada delegación estará integrada hasta por 30 representantes.
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El presidente Juan Manuel Santos fue enfático en precisar que al igual que con las Farc, con el Eln no se “incluye la negociación de nuestro sistema económico o político, ni del régimen de propiedad privada. Ni mucho menos temas relacionados con la doctrina militar o nuestra Fuerza Pública”.
Sin embargo, en los seis puntos que fueron agendados con la guerrilla de alias “Gabino”, quedan varios aspectos que, según analistas, deben ser resueltos para tener una negociación más sólida y que evite cualquier tipo de fisura en el camino.
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Según la excandidata presidencial Martha Lucía Ramírez, es delicado que temas como lo humanitario, el narcotráfico, el medio ambiente y la justicia no hayan sido mencionados de entrada en la agenda de conversación.
“Es muy preocupante que se repitan los mismos vacíos de la negociación con las Farc, porque el Gobierno no asume una posición firme de exigirle al Eln que acabe el secuestro, y que devuelvan a los secuestrados, ese es un punto de fondo, los temas humanitarios no son negociables”.
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Para Ramírez, aunque no se mencionó como tema principal el narcotráfico, genera incertidumbre que “no se anuncie y reconozca que el Eln está directamente involucrado con las drogas ilícitas en regiones como Catatumbo (Norte de Santander), entonces no se ve que ni siquiera de manera superficial se quiera adoptar un compromiso contra el narcotráfico”.
En su alocución, el presidente Santos aclaró que varios aspectos ya pactados en La Habana con las Farc serán aprovechados para implementarse con el Eln.
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“Ya hemos acordado en La Habana unas medidas y una institucionalidad, tanto en materia de satisfacción de derechos de las víctimas como del fin del conflicto. Es en ese marco que tendremos las discusiones con el Eln. No vamos a acordar una nueva Comisión de la Verdad, ni un nuevo Tribunal para la Paz, ni nuevos procedimientos para el cese al fuego y de hostilidades definitivo, ni una nueva misión internacional de Verificación”.
Sobre este punto, la exsenadora cuestiona la falta de una comisión de la verdad para el Eln y considera que el Gobierno “será totalmente olímpico, y masacres como la de Machuca (Antioquia), una de las más salvajes que hizo el Eln, y en la que la mayoría de víctimas fueron niños, es difícil de creer que eso no sea incluido en una comisión de la verdad”.
El pasado lunes, la Fiscalía General de la Nación anunció la imputación y pedido de medida de aseguramiento para los integrantes del Comando Central (Coce) del Eln por varios delitos considerados crímenes de guerra, entre ellos los ataques a la infraestructura del país.
Solo en daños a oleoductos, la Fiscalía dice que el Eln ha generado la pérdida de más de 3.5 millones de barriles de petróleo. Precisamente, la Asociación Colombiana de Petróleo, gremio de las petroleras, celebró el anuncio, pues “han sido blanco de acciones violentas por parte de esa guerrilla”.
Piden verdad
Víctimas y la Iglesia tienen un pedido común para este nuevo proceso de paz que se consolida: la verdad.
Maribel Agualimpia es una de las víctimas que dejó el ataque del Eln al corregimiento de Machuca, municipio de Segovia, en 1998. Asegura que se podrá perdonar, pero no olvidar y por eso no deja de tener sentimientos encontrados con el inicio del proceso de paz con esos victimarios.
“Es volver a recordar muchas cosas, volver a vivir el sufrimiento del ataque. Pero uno espera que esas negociaciones solo traigan cosas buenas para nuestra región y el resto del país, que esa gente diga la verdad y tengamos respuesta a dudas y requerimientos que aún tenemos acá”, dijo.
Por su parte, la directora para América de Amnistía Internacional, Erika Guevara Rosas, celebró lo anunciado, pero llama a las partes para que se tenga en cuenta los derechos humanos y acuerdos de justicia con las guerrillas para evitar impunidad.
Según Guevara, “las autoridades deben garantizar que los responsables de crímenes no tengan posibilidades de evadir la justicia”. Considera que “no puede existir tranquilidad para las víctimas, si no se cumple la justicia, verdad, reparación y no repetición”.
Por su parte, monseñor Darío Monsalve, Arzobispo de Cali, confirmó que la Iglesia está a la espera de cualquier pedido de las partes para ser garante en los diálogos. en que pide honestidad.
“La Iglesia, a través de la Conferencia Episcopal, hemos siempre insistido con los voceros del Eln, lo mismo con todas las fuerzas, que el punto clave está en la verdad. Es posible que en el pasado quedaron muchas personas desaparecidas, secuestradas, de quienes aún no se conocen nuevos datos. Por eso insistimos en que esta nueva etapa de los diálogos debe estar acompañada con un serio compromiso con la verdad, sea la que fuere, así resulte dolorosa y embarazosa para grupos ilegales”, agregó el religioso.
La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas también se unió a las voces de apoyo. Su directora, Paula Gaviria Betancur, indicó que “apoyaremos todas las iniciativas que supongan acercarnos al fin de la victimización. Ese debe ser el objetivo de todo proceso de diálogo: que no existan más víctimas de la violencia”.
La fecha de apertura para las conversaciones aún no está definida, lo único confirmado hasta el momento es su sede inicial que será en Ecuador. Sobre los secuestrados alias “Pablo Beltrán” miembro del equipo negociador del Eln anunció la liberación del patrullero de la Policía, Héctor Pérez.