Doña Ofelia* está sentada en la entrada de su casa, justo al frente pasa la única calle que tiene el corregimiento de Ochalí, en Yarumal. Normalmente, esta población, que se encuentra a poco más de dos horas de la cabecera municipal, está casi deshabitada, sus pocos habitantes salen a recoger café o a ordeñar vacas para lograr el sustento. Ayer no fue un día normal y una masacre rompió la tranquilidad.
En esa calle que empieza con varias casas de tapia, continúa con una iglesia y termina con un colegio estaban parqueados varios vehículos del Ejército y la Policía, y en lo que queda de la única cancha de fútbol, que se ve desde la casa de Ofelia, se convirtió en un helipuerto improvisado.
“Cuando vi despegando uno de los helicópteros me dio mucha nostalgia, iban los cuerpos de ellos, sentí como si se llevaran gente de mi familia”, narra la señora junto a tres de sus hijos. Ofelia se refiere a Laura Alejandra Flórez Aguirre, Camilo Andrés Tirado Farak y Henry Mauricio Martínez Gómez, tres geólogos de la Continental Gold, una multinacional canadiense cuyo centro de operaciones está en Medellín. Además, según los familiares, está desaparecido José Dionisio Guerra, cuyo paradero tratan de establecer las autoridades.
Ellos hacían parte de un grupo que adelantaba exploraciones en esa zona y que fueron asesinados por un grupo que, al parecer, hacen parte de las disidencias del frente 36 de las Farc, liderados por Ricardo Abel Ayala, alias Cabuyo.
El ataque ocurrió pasadas las 10 de la noche del miércoles, los hombres armados llegaron hasta una casa que está a unos cinco minutos caminando desde la entrada al corregimiento y dispararon contra los geólogos. A parte de las personas que fallecieron, otros tres empleados de la Continental y un contratista resultaron heridos.
En el camino hacia la casa donde ocurrió el ataque armado, EL COLOMBIANO, único medio que llegó a la zona, conversó con habitantes, todos coincidieron: “nos duele lo que pasó, ellos estaban acá desde hace unos 15 días, nos saludaban, eran muy distinguidos. Incluso el domingo hicieron una actividad con la gente del pueblo. Estaban dando trabajo, compraban en las tienditas. Con lo que pasó pierde la comunidad”.
Entre los comentarios de las personas, cuyas identidades se reservan por seguridad, salió el que podría ser el motivo de lo ocurrido. “Desde el lunes les ordenaron que se fueran del pueblo, que no los querían ver. No sabemos si les estaban pidiendo plata pero nadie se imaginó que los fueran a matar”, contó un campesino.
Al respecto, Víctoria Eugenia Ramírez, secretaria de gobierno de Antioquia, aseguró: “no tenemos reporte alguno de amenaza o extorsión bajo el título minero de Yarumal, situación que sí ha sucedido en Buriticá, y se ha atendido con las entidades con base a las competencias legales”.