Estella se fue para Ghana, pero no se quiso ir sola. En su viaje de seis meses la acompañan, entre otros, Gabriel García Márquez, Sergio Cabrera y hasta el Grupo Niche con su tumbao salsero.
Estella Agudelo Sánchez hace parte de un programa impulsado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, que en una alianza con varias universidades del país busca promover la cultura colombiana con la enseñanza del idioma español.
En su caso, trabaja con el Centro de Lenguas de la Universidad Pontificia Bolivariana, y desde febrero pasado viajó a Ghana, en África, para cumplir con la tercera fase de este programa.
Gabo, Cabrera y el ritmo de Niche hacen parte de las estrategias que lleva para afianzar el idioma en los 55 alumnos que tiene y que ya han cursado dos niveles de enseñanza del idioma durante el último año.
Ellos son, en su mayoría, funcionarios del gobierno ghanés, integrantes de la fuerza pública y miembros del cuerpo diplomático.
Ni tan lejanos
Con una mente abierta, sin generarse muchas expectativas, “para no tener luego que estrellarme con la realidad”, Estella emprendió un viaje de poco más de 24 horas y llegó a un país del que dice tiene mucho de nuestra cultura costera, del pacífico y el caribe. Geográficamente muy parecido al Chocó, y muy musical. “Para ellos hasta un funeral tiene música”.
Y esa misma esencia costera se siente en la temperatura. “Yo venía con la idea de practicar aquí mi afición con la bicicleta, pero es imposible con esta temperatura”, cuenta ella, que ya incluso ha sentido los efectos de la deshidratación. Por eso el agua –embotellada eso sí– hace parte de su rutina. “Por lo menos unos 3 litros al día”. La temperatura a la sombra en Acra, la capital, puede llegar con facilidad a 35 grados.
Por eso el taxi –porque ni caminar se puede– ha sido su medio de transporte, aunque como Obruni que es (por tener la piel un poco más clara que ellos, sin ser de tez blanca) la discriminan y le cobran una tarifa más cara que la tradicional.
En sus clases, Estella recurre a diferentes manifestaciones de la cultura colombiana. “Les gustó mucho la canción Que bonita es esta vida, de Jorge Celedón, porque la tradujimos, la explicamos, le dimos contenido, y dijeron que sienten que así son ellos también”.
Incluso ya identificó dos sitios de salsa, y la idea es poder desarrollar una actividad para escuchar este ritmo, bailarlo –gracias a los temas de Niche– y que se convierta en otro elemento para afianzar los conocimientos en la nueva lengua.
Estella vive en Acra con una colombiana, un sirio y un inglés, todos de religión musulmana. Señala que esta experiencia la ha enriquecido porque le ratifica su convencimiento del respeto a las culturas y como al acercarse a ellas con mente abierta es más fácil adaptarse y ser acogido por los otros.
Ella estará en Ghana hasta agosto, y regresará con nuevas experiencias y reafirmando su pasión por la enseñanza.