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Cultivos en agua, opción educativa en Antioquia

En cuatro colegios de Yarumal y Angostura, y en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, avanza el Proyecto Retoño, que tiene el apoyo de Estados Unidos.

  • Los niños y jóvenes de la IE Cañaveral Abajo, de Angostura (Norte de Antioquia), han cambiado su mentalidad a partir de su participación en el Proyecto Retoño. FOTO cortesía iba global
    Los niños y jóvenes de la IE Cañaveral Abajo, de Angostura (Norte de Antioquia), han cambiado su mentalidad a partir de su participación en el Proyecto Retoño. FOTO cortesía iba global
23 de octubre de 2017
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En cinco instituciones educativas de Antioquia hay estudiantes cultivando en agua, especialmente hortalizas, flores y plantas aromáticas, con apoyo del Proyecto Retoño e Iba Global, de Estados Unidos, como una contribución al medio ambiente y una opción innovadora para beneficio de comunidades golpeadas por el conflicto armado.

El proyecto llegó hace tres años a Colombia, concretamente a los municipios de Villamaría y Manzanares (departamento de Caldas), y a Yarumal, Angostura y la capital Medellín, con el objetivo de brindar una herramienta educativa para la formación especializada y una oportunidad para la autosostenibilidad de hogares rurales.

En Antioquia, los beneficiarios iniciales fueron la Institución Educativa Chorros Blancos, de Yarumal (80 alumnos); la I.E. Cañaveral Abajo, de Angostura (156); y el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, de Medellín, donde se ha explorado más en el campo experimental (100 estudiantes).

En Caldas, las beneficiarias son las IE Llanadas (Manzanares) y Nuestra Señora del Rosario (Villamaría), con 180 y 120 estudiantes metidos en el proyecto en cada una de las dos instituciones.

Refuerzo en Antioquia

Pero dados los buenos resultados y el impacto en las comunidades, el programa acaba de incluir dos nuevas instituciones de Yarumal: el Centro Educativo Rural La Bramadora y el CER Piedras Blancas, con 40 y 30 estudiantes, respectivamente.

“Para nosotros es una gran noticia que haya llegado el proyecto a dos nuevas instituciones; ojalá se replique en muchas más”, pide el secretario de Educación y Cultura de Yarumal, Edilberto de Jesús Mesa Orozco. En su localidad, con una población de más de 35.000 habitantes, hay 55 establecimientos educativos.

El proyecto se ejecuta con un aparato llamado Máquina Verde, que contiene un módulo de producción de plantas, reservorios de agua, soportes para las canastillas que cargan las plantas, mangueras de riego impulsadas por motobomba y un sistema de luces que reemplaza la luz solar y permite que las matas crezcan en ambiente cerrado.

“El sistema sirve para cultivar todo tipo de plantas, excepto especies como la cebolla de huevo, la zanahoria o la remolacha, que desarrollan raíces”, explica Diana Janeth Rivera, coordinadora del proyecto Retoño en Colombia. Iba Global ha aportado las máquinas verdes, cuyo solo transporte por unidad cuesta 2.000 dólares. La compañía, por política empresarial, no revela las cifras de la inversión total.

Los cultivos hidropónicos tienen como característica que se desarrollan en agua y por esto son amigables con ambiente. A mediano plazo, empiezan a dar utilidades con la producción.

Se trata de una iniciativa innovadora de cultivos con alta tecnología para producir plantas comestibles, aromáticas y nutritivas con origen en Estados Unidos, donde se desarrolla para combatir la obesidad.

“En estos tiempos, a los niños y jóvenes no les interesa la nutrición saludable sino que les gusta la comida chatarra, pero en mi caso la Máquina Verde me ha inspirado para aprender a comer saludablemente”, subraya Juan Esteban Zapata, estudiante de la IE Chorros Blancos, de Yarumal.

Por la paz

Adicional a los beneficios y los bajos costos de producir con agua, el sistema hidropónico se ha ensayado en zonas de conflicto, donde se han probado los beneficios para combatir el estrés postraumático.

“La terapia hortícola se ha probado y evaluado en muchas clínicas con personas que padecen traumas de guerra; el solo contacto del humano con la planta reduce los niveles de estrés, así como las fragancias que producen ayudan al mismo objetivo”, subraya Diana Janeth Rivera.

La maestra de la IE Cañaveral Abajo, de Angostura, Luz Marina Adarve, celebra que este proyecto haya llegado a su comunidad.

“Estos cultivos han cambiado la mentalidad de los niños. Pedagógicamente, han sido de gran utilidad, pues los relacionamos con matemáticas cuando medimos los nutrientes; con sociales, cuando hablamos de los terrenos; con ciencias, cuando tratamos las plantas, las semillas, la pirámide alimenticia; y de hecho está enfocado en las ciencias naturales”, recalca la maestra Adarve.

80 %
de avance registra el Proyecto Retoño en el país, según Iba Global.

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