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“Nos están incumpliendo”, dice el magisterio; “sí les estamos cumpliendo”, asegura el Ministerio de Educación. Bajo esa disyuntiva y ese tire y afloje, los cerca de ocho millones de estudiantes del país sufrirán hoy un nuevo cese de actividades, por cuenta de las diferencias entre el Gobierno y la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode).
Aunque no se plantea igual al del año pasado, los educadores lo mantienen como un precedente, similar a lo que sucedió en 2015, cuando los docentes pararon durante 15 días del mes de mayo. En esa ocasión la protesta volvió a levantarse bajo una serie de acuerdos.
La diferencia entre las partes, como es evidente, es de vieja data y tampoco es nuevo que los docentes tengan que salir a las calles para reclamar por sus derechos, que fueron vistos como garantizados en junio de 2017, luego de lograr un acuerdo de 24 puntos para levantar el cese de actividades que se extendió durante 37 días.
Como consecuencia de este paro fue necesaria una anormal recuperación de clases, incluyendo algunos sábados, la semana de receso de octubre, y además algunos días de diciembre, afectando la normalidad del descanso de los estudiantes y bajando la calidad de la educación que se brindó en esa época, pues prácticamente se hizo a la carrera.
De los 24 puntos, Fecode dice que solo se han cumplido tres. Rafael Cuello, secretario general de la Federación asegura: “sí, son tres puntos los que se han convertido en realidad...”. Es decir, solo se ha cumplido el 12,5 %, del pliego, aunque el Gobierno insiste en que la tarea se ha hecho con los educadores y pone de ejemplo la atención en salud, que tuvo un cambio de operador en las 10 regionales del país y que cuenta con un presupuesto de $5,27 billones para los próximos cuatro años.
Del resto, Fecode destaca que no se pasa de la “reunionitis” entre educadores, voceros del Ministerio y la propia ministra, Yaneth Giha, quien descalificó desde el principio la amenaza de paro, que hoy es una realidad, cuando alrededor de 294 mil docentes afiliados a la Federación salgan a las calles reclamando, entre arengas y actos culturales, “que por fin cumplan”.
Carlos Rivas, presidente de este gremio, cuestiona que “el gobierno quiere las políticas a la brava”, y agrega que los maestros “son quienes viven a diario las dificultades para ejercer su labor, sin importar si deben desplazarse a una vereda.
Los acuerdos cumplidos son la reactivación de la Comisión Tripartita, el bienestar de los educadores (juegos regionales y nacionales) y la bonificación pedagógica, que ya cuenta con acto administrativo y está pendiente de ejecutarse.
Los demás puntos van desde una “mejor” financiación de la educación, nivelación salarial, primas regionales, una adecuada Jornada Única, que incluya nuevas aulas, mejor infraestructura; formación docente, con cursos y capacitaciones; la creación de una Junta de Educación Nacional, la conformación Escuelas Territorios de Paz, el fortalecimiento del Fondo de Pensiones del Magisterio hasta la actualización de las relaciones técnicas, vigentes desde hace 50 años, y que hoy no cuentan con certificado Icontec.
La semana pasada hubo una reunión para analizar el avance de los acuerdos. Cuello manifiesta que a la ministra Giha le indicaron que ellos tenían dos visiones de lo que está pasando: “Una, creen que basta con reunirse y hablar de los temas, pero sin resultados materializables y dos, consideramos que no se requieren tres o cuatro reuniones, sino que faltaba solo una, y lograr que los acuerdos sean realidad y verificables”.
En cuanto a lo que pasa, la ministra, más allá de rechazar el cese, asegura que todos los temas han sido abordados en mesas de trabajo con el sindicato y con los distintos actores involucrados, y “no ha habido imposiciones sino el logro de soluciones a través de consensos”. Así mismo, ha mantenido el mismo mensaje, invitando a los maestros a que no acaten este llamado a parar.
“Cada día de paro genera un perjuicio irreparable a los más de ocho millones de niños y jóvenes de Colombia que están en el sistema educativo público”. La ministra también asegura que la educación es un servicio público esencial que no se puede vulnerar.
Giha también sostiene que los avances se han logrado gracias al diálogo entre las partes y que, además, estos acuerdos también dependen del tiempo, como sucede con la bonificación pedagógica, que este año es del 6 %, en 2019 será del 11 % y, a partir de 2020, será del 15 % de la asignación básica mensual.
En efecto hay puntos que no se han cumplido en su totalidad y no se logrará de la noche a la mañana, pues requiren de la revisión, implementación o modificación de algunos decretos existentes, como sucede con estos puntos: nivelación salarial, pendiente de un decreto, o la expedicón de la circular de funcionamiento de las juntas de educación, entre otros
En esa misma línea, la ministra de Trabajo, Griselda Restrepo, les recuerda que “la educación es un servicio público esencial”, que no debe detenerse.
Otra voz crítica frente al paro, por más que sea durante un día, llega desde la Confederación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia, que rechazó el paro convocado por Fecode para este miércoles, pues asegura que se trata de una vulneración al derecho a la educación de los estudiantes del país. “No podemos seguir permitiendo que cada año tengamos falencias y alarmas que no contribuyen a mejorar la calidad”, asegura Carlos Ballesteros, presidente de la Confederación.
Fernando Ospina, presidente de la Asociación de Institutores de Antioquia (Adida), describe que en Medellín se hará una concentración en la sede de la organización (Calle 57 # 42-70), posteriormente emprenderán una marcha por la Avenida Echeverri, llegarán a la Oriental y terminarán en La Alpujarra, donde habrá un plantón y allí finalizará la jornada. Ospina menciona que el Gobierno entrega “un mensaje de doble moral”, pues considera que “se firman unos acuerdos y luego se incumplen”, y recuerda que no es con el único sector que pasa. ¿Dónde les han cumplido a los camioneros, a los del paro del Chocó o Buenaventura?”.
La tarea, como desde el paro de 2015, es cumplir los acuerdos logrados, aunque lo que esté pendiente le quedará al próximo gobierno.
EN DEFINITIVA
Los maestros, como en 2015 y 2017, saldrán a las calles para reclamar que les cumplan, mientras tanto, el Gobierno aclara qué ha cumplido y sigue avanzando en algunos puntos.
ESTE MODELO EDUCATIVO, PERO CON GARANTÍAS
Es uno de los tres profesores de Colombia nominados al Global Teacher Prize 2018, fue reconocido por el jurado, compuesto por científicos, académicos y figuras públicas del mundo, por su metodología de investigación socioambiental, para enseñarles a grupos de 40 alumnos con los que ha diseñado innovadores proyectos. EL COLOMBIANO le preguntó cómo analiza la situación de los docentes del país y el nuevo llamado a paro, que se cumplirá durante este miércoles y estas son sus respuestas: “Es muy triste que se quiera una educación de calidad para el progreso de Colombia y su gente, pero la educación se ha convertido en el sector al que más duro le dan los gobiernos. Los docentes, no tenemos un buen sistema de salud, lo que directamente afecta la calidad de vida y esto se refleja en la educación que se brinda. Como quieren que haya buen progreso, si no se dan garantías para esta labor. Lo mismo sucede con el Programa de Alimentación Escolar (PAE), que está afectando el rendimiento de los estudiantes, pues la alimentación no es la que deben recibir los menores de edad, se pierde por cuenta de la corrupción. El Ministerio de Educación debería acoger lo que se hace en otros países, que es mejorar la calidad de vida de los docentes, que finalmente se refleja en la formación de los estudiantes. Es necesario reconocer que hay intentos por mejorar la educación, pero no nos podemos quedar ahí, sino que se debe pasar a los hechos, porque nos prometen y prometen, pero no se cumple. El modelo educativo, como está planteado en Colombia es bueno, pero hacen falta garantías para los educadores. Aunque hay buenos ejemplos, la idea no es imitar a otros países. Colombia debe marcar la diferencia”.
DERECHO A LA PROTESTA, PERO SIN AFECTAR A LOS ESTUDIANTES
Es un movimiento ciudadano
que tiene como objetivo movilizar sectores de la sociedad, para que el sector educativo sea la principal estrategia de equidad, desarrollo y paz en el país. Frente al paro organizado por Fecode, su coordinadora, afirma que: “Bajo ninguna circunstancia debe afectarse el derecho de los cerca de ocho millones de niños, niñas y jóvenes para acceder al derecho a la educación. El Magisterio está en su pleno derecho de hacer exigencias del cumplimiento de los 24 acuerdos realizados el año pasado, pero esto no justifica que se interrumpan las clases de las instituciones públicas. El Ministerio y más el próximo gobierno deben considerar el diseño de una reforma integral y con recursos para la adecuada implementación de la Jornada Única, que implica infraestructura y aumento de la planta de personal, la eficiente prestación del servicio de salud y remuneración de los docentes y establecer los mecanismos expeditos para la atención de los reclamos históricos de los docentes.
Los 24 acuerdos tienen procesos que implican reclamos justificados de los maestros y al mismo tiempo reformas normativas que toman tiempo; el llamado es para que lleguen a un acuerdo que beneficie a los docentes y a los estudiantes de las instituciones públicas del país, sin la necesidad de acudir a un cese de actividades que, como ya se planteó, afecta directamente a los estudiantes y a sus familias”. Portilla también deja claro que el Gobierno debe aumentar los recursos para la financiación de la educación y que sí sea visto como un priodiad, pero con hechos y dinero y no simplemente con discurso, así como realizar los ajustes y modernización de infraestructura necesarios para que la Jornada Única funcione y beneficie a los alumnos.