viernes
7 y 9
7 y 9
Si se cuestiona la gobernabilidad del presidente Iván Duque, necesariamente hay que hablar de su ministra del Interior, encargada de hacer el puente entre el Gobierno y el Congreso para que los grandes proyectos del ejecutivo puedan realizarse, algo vital para poder gobernar.
EL COLOMBIANO entrevistó a la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, una mujer con temple y seguridad al argumentar, liderando una cartera que incide en gran manera en el éxito o no del gobierno Duque.
Se acerca el cierre legislativo, que no será tan exitoso como se espera. ¿Cuál es su balance?
“Va a ser muy exitoso, claro que sí. Tenemos 14 proyectos de ley y de reformas constitucionales que son prioritarias. El 8 de agosto presentamos reforma para que no vuelva a haber conexidad entre el secuestro, el narcotráfico y el delito político. Presentamos una reforma para levantar la reserva de la declaración de renta a fin de que sea un mecanismo de lucha contra la corrupción. Adicionalmente se presentó la prórroga de la ley 418, de orden público. También un proyecto para extender la obligatoriedad de los pliegos tipo para toda la contratación pública. Ley de presupuesto, ley bianual de regalías y la modernización de las TIC. El balance general de la agenda legislativa es positivo. Hubo ruido en un momento determinado que le ocasionó una sombra a la tarea que hemos hecho con el Congreso. La reforma política va”.
Pero la reforma a la justicia que era clave para el Gobierno, se hundió...
“La ministra de Justicia fue muy clara y dijo desde el comienzo: este proyecto de acto legislativo no es solamente la reforma, tiene una ley estatutaria y unas reformas a los procedimientos. No nos podemos decir mentiras, cuando se va a tocar a la rama judicial genera un choque y esta propuesta tiene una coyuntura, que se juntan las tres ramas del poder público. Por eso desde la Constitución del 91 no se ha podido hacer una reforma a la justicia a pesar de que el país la pide”.
¿Han explorado alternativas como la Asamblea Nacional Constituyente?
“El Presidente Duque no lo ha manifestado. Obvio hay voces en el país que dicen que es la única forma, pero recordemos que la convocatoria a una constituyente pasa por el Congreso, entonces mientras no haya una decisión política o una voluntad política a través de un gran acuerdo, veo difícil un trámite de constituyente”.
¿Y la reforma política? También ha tenido cambios...
“Sale esta semana en primera vuelta. Se mantiene la esencia con la eliminación del voto preferente, la obligación de la democratización interna de los partidos, la financiación estatal y mayor participación para las mujeres en la política. Han surgido en los debates otras iniciativas. En el último, en la Cámara, se habló de la obligatoriedad de los senadores regionales, para que cada departamento tenga mínimo un senador y lo demás se elige por circunscripción nacional. Esta es una reforma que está en construcción, son figuras que han aparecido y obviamente seguirán en su debate, pero la reforma sale y mantiene lo esencial. La reforma a la justicia no tuvo trámite en la Cámara, pero eso no quiere decir que no vayamos a insistir”.
¿Para qué será la cumbre con los partidos políticos en enero?
“La directriz del presidente fue: hagamos los debates de manera transparente, abiertos y así han sido. Veníamos de un escenario de confrontación política dura que se trasladó a esta legislatura, a pesar de que el Presidente ha mantenido una posición de conciliación permanente. El año entrante se va a presentar el Plan Nacional de Desarrollo y hay oportunidad de llamar a los sectores políticos a que discutamos. Más que cumbre es un análisis con los partidos de las propuestas que trae el pacto por Colombia”.
¿Habrá algún cambio en la representación política o mermelada?
“No se ha pensado. Realmente no es el eje de la discusión. Duque hizo su campaña desde el Centro Democrático y el partido duró ocho años en oposición al gobierno anterior. Los demás partidos, casi todos, hacían parte de una coalición. Nos encontramos ante esa realidad y eso dificultó también el tema de un mayor acuerdo con los partidos”.
¿Qué autocrítica hacen al interior del Gobierno?
“Es necesaria, pero es interna. La ropa sucia se lava en casa (risas). Pero no hay un planteamiento: ‘Hombre sí, no estuvimos preparados’. Ha sido todo un proceso de construcción de confianza con un ambiente de confrontación en el legislativo muy duro, no ha sido fácil darle la vuelta a la relación política. El año entrante estoy segura que la relación va a fluir mucho mejor.
¿Le falta al gabinete personas más curtidas en las relaciones con el Congreso?
“No. El gabinete es de verdad extraordinario. En los consejos de ministros las exposiciones técnicas de cada sector son extraordinarias. Son muy buenas, muy profundas, muy técnicas y yo creo que el presidente Iván Duque priorizó un manejo muy técnico y de mucho conocimiento en cada una de las áreas por encima del tema político”.
¿Les ha pasado factura?
“Es una apuesta que estoy segura le va a dar unos buenos frutos al país porque aquí hay que pensar en la equidad, que es la bandera del Gobierno. La equidad hay que construirla también abriendo oportunidades para la gente”.
El Centro Democrático fue muy crítico al inicio de la legislatura, ¿ha sido clave el giro reciente para apoyar más al Gobierno?
“No es en la etapa final, el Centro Democrático ha apoyado al Gobierno desde el día siguiente de la elección siempre y en el Congreso. En la bancada hay mucha gente nueva y joven. Ni el partido ha llegado a darle órdenes al Gobierno, ni el Gobierno se las da al partido”.
¿Y el expresidente Uribe?
“Juega un papel fundamental. Claro que ahora con el paso de los días y la dinámica del Congreso ya estamos aprobando proyectos, pero el liderazgo del presidente Uribe es indiscutible, ha sido un factor fundamental para generar consensos y mayorías con los partidos. Me he dado cuenta que la gente lo respeta”.
¿Será que puede ser el puente con el Partido Liberal que tomó distancia?
“El Partido Liberal nos ha ofrecido el apoyo en varios proyectos y hemos contado con ellos en algunos temas, en otros ha habido diferencias, pero en términos generales yo creo que esa relación ha mejorado y va a seguir mejorando”.
¿Usted siente machismo hacia las ministras?
“Sí, hay machismo en el Congreso pero las mujeres nos hemos venido ganando el espacio. La relación del poder ejecutivo con el legislativo no es fácil desde la óptica de género porque efectivamente hay una tradición donde la mayoría de miembros de un gabinete son hombres. Aquí es la paridad de género.”
¿Qué ha pasado con los proyectos anticorrupción? No hubo un impulso tan fuerte desde el ejecutivo...
“Sí lo hubo, ¿usted cree que en los 11 millones de votos no hubo un gran impulso del Gobierno? Claro que sí. El presidente Duque me dijo a mí: tenemos que garantizar que los alcaldes y gobernadores sientan que esto es un compromiso del Estado. Se le colaboro a los promotores en distribución de la publicidad oficial, es decir, todas las garantías por instrucción especial del presidente Duque. Los mensajes de urgencia en las comisiones primeras donde entraron los proyectos anticorrupción nos hubieran bloqueado la reforma política y la reforma a la justicia. Esas dos reformas tenían prioridad y se llevaron septiembre y octubre”.
¿Qué balance hace de ese compromiso con la consulta anticorrupción?
“Han sido injustas las agresiones por cuenta de un tema que es parte de la agenda del Gobierno, que hemos liderado y hemos impulsado para que salgan. Ningún proyecto de los que actualmente está se va a morir por trámite porque son proyectos de ley que si no logran pasar, el próximo año se pueden continuar. No es cierto que el Gobierno no haya tenido interés. Las comisiones que más proyectos tienen en el Congreso son las primeras, en la del Senado habían más de 80 proyectos y en la Cámara más de 50. El volumen de trabajo en las comisiones ha sido bastante complejo”.