Poco a poco se va completando el rompecabezas en el caso de Rafael Uribe Noguera. El sujeto, que ya se declaró culpable por el asesinato de la menor indígena de 7 años en Bogotá, también fue puesto al descubierto por su hermano: Francisco Uribe Noguera.
En una entrevista con la Revista Semana, Francisco Uribe respondió ante cuestionamientos recientes: “Mi hermano tenía muchos problemas, pero nunca pensamos que pudiéramos llegar a esto. Mis papás, mi hermana y yo aceptamos que él tiene que pagar por lo que hizo (...) Rafael me dijo en voz baja que me iba a contar la verdad. Y me confesó que él la había matado”.
De la entrevista queda claro que la familia acepta que en un comienzo Rafael Uribe Noguera intentó ocultar el asesinato, luego cambiar la secuencia de los hechos y al final aceptar su responsabilidad. Sin embargo, todavía quedan preguntas sobre la presunta responsabilidad de los hermanos Uribe Noguera en el asesinato.
Según la versión de Francisco Uribe, ni él ni su hermana Catalina alteraron la escena del crimen, contrario a lo que ha sugerido el fiscal general, Néstor Humberto Martínez. Sostuvo, además, que mientras estuvieron en el apartamento no sabían que allí estaba el cadáver de la niña, sino que se encontraron a Rafael drogado. “Él me dijo que no sabía por qué recogió la niña y que la niña se bajó en la 65 con circunvalar”, declaró Francisco.
Horas antes, al ver el zapato de la niña en el carro de Rafael, Francisco intentó subir al apartamento. Lo hizo por la terraza mientras su hermana timbraba y golpeaba la puerta. Según Francisco, lograron entrar al apartamento pasadas las 4:00 p.m.
A las 6: 00 p.m. habrían salido del apartamento de Rafael rumbo a la clínica Monserrat, donde tratarían de internarlo. “Durante el trayecto hablé con el Gaula varias veces (...) Lo que nos sucedió a mí y a mi familia es algo para lo que creo que ningún ser humano está preparado”, dijo Francisco.