Un duro recordatorio del grave momento que está pasando la justicia por las acusaciones de corrupción al interior de la Corte Suprema de Justicia quedó reflejado en la fotografía del ingreso del exmagistrado Francisco Ricaurte a la cárcel La Picota de Bogotá.
Se trata del primer expresidente de la Corte Suprema en ser recluido en un centro penitenciario. En este caso, la decisión corresponde a la Fiscalía, que acusó a Ricaurte de los delitos de concierto para delinquir agravado, cohecho, tráfico de influencias y uso abusivo de información privilegiada.
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Estos delitos los habría cometido dentro del caso de sobornos que habría recibido el exmagistrado por cuenta de la actuación del exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno, que cobraría dinero a políticos enredados en la Corte Suprema para torcer fallos.
Según la declaración de Moreno, a Ricaurte le habrían entrado cerca de 500 millones de pesos de los 2.000 que le pagó el senador Musa Besaile por impedir que le llegara una orden de captura por un caso de parapolítica que cursaba en el alto tribunal.
Aunque la detención del exmagistrado se anunció el miércoles pasado por el fiscal Néstor Humberto Martínez, hasta este lunes en la noche se dio su traslado a la cárcel. Estos últimos días los pasó en una celda de la Fiscalía.
A pesar de la dureza de las acusaciones, Ricaurte ha defendido en todo momento su inocencia de este caso.
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