Aunque tiene una capacidad para que 240 personas pasen sus noches en el centro de atención fronterizo en Villa del Rosario, cerca de Cúcuta, Norte de Santander, el promedio de visitas es de 25 personas diarias, según la Alcaldía.
Esto refleja que la estrategia no está funcionando, pues en los 17 días que ha operado habrían podido pasar sus noches 3.360 personas, pero solo han llegado 113 –con corte al viernes pasado–, según la Cruz Roja, encargada de su operación.
Marly Zulay Álvarez, personera del municipio, destaca que “el fracaso de la estrategia se da porque quienes pueden pasar la noche o el día allí deben presentar sus documentos en regla (pasaporte) y mostrar un tiquete que acredite que continuarán su tránsito hacia otra ciudad”, que en su mayoría son hacia el sur del país, para llegar a Ecuador, o hacia el centro buscando como destino Medellín, Bogotá, Cali o ciudades del Eje Cafetero, que “es donde encuentran algún familiar o amigo que ya está ubicado en el país”, destaca la funcionaria.
Si bien el centro fue visto como una de las estrategias que permitiría un poco de comodidad a los migrantes, las cifras demuestran que son pocos los ciudadanos que pasan sus noches en este lugar.
Judith Carvajal, presidenta de la Cruz Roja, sostiene que las instituciones como la entidad que representa, debe enfocarse en “asumir un rol participativo en iniciativas que como el centro de atención, permiten aportar de manera positiva a prevenir y aliviar el sufrimiento humano”, aunque no con los resultados esperados.
El problema más grave
El fenómeno migratorio de venezolanos hacia Colombia se ha convertido, según el presidente Juan Manuel Santos, en el “problema más grave” e indicó que está solicitando ayuda internacional. “Los migrantes venezolanos son tal vez el problema más grande que tenemos actualmente”, dijo en declaraciones a Blu Radio, donde también afirmó que hasta el momento esta situación se “ha podido mantener, pero la presión financiera del Estado se va disminuyendo, por eso enviamos mensaje de ayuda internacional, además el número de venezolanos en el país sigue creciendo. Estamos hablando con la Organización de Naciones Unidas (ONU) para ver qué tipo de institucionalidad se debe crear para lidiar con esta situación”.
El alcalde Villa del Rosario, Pepe Ruiz, destacó que los esfuerzos se notan, sobre todo después de la visita del presidente hace dos semanas. La misma visión tiene la personera, al destacar que “hay una pequeña reducción de migrantes que ingresan a diario” por el municipio, aunque no tan “significativa” como se esperaba, pues según Migración alrededor de 30 mil personas siguen pasando a diario por la zona.
Frente a lo que está atravesando Colombia y las decisiones adoptadas por el gobierno, Javier Garay, experto en Ciencias Políticas y profesor de la U. Externado de Colombia, citado por Colprensa, explica que “son improvisadas porque no se dispone de un programa integral que brinde soluciones”, aunque reconoce que la migración masiva de venezolanos tomó por sorpresa a muchas entidades del Estado “porque Colombia no es un país acostumbrado a recibir inmigrantes”.