La orden presidencial de mantener militarizada la frontera entre Colombia y Venezuela después de la incursión de soldados venezolanos, no tiene, hasta ahora, una caducidad cercana.
Hasta la vereda Bocas de Jujú, en Arauquita (Arauca), cuya línea divisoria se comparte con el estado de Apure, en Venezuela, fueron trasladadas seis tanquetas, cuatro camionetas doble cabina y patrullas motorizadas del Ejército nacional con 120 soldados de la Décima Octava Brigada del Ejército con la única misión de brindar la seguridad a los campesinos de esta región.
El comandante de las Fuerza Militares, general Juan Pablo Rodríguez Barragán, expresó que las tropas están presentes en cada rincón del país para hacerlo mejor y para proteger a la población civil.
“Nuestras fuerzas militares hacen presencia y protegen nuestra soberanía en Arauca. Izamos nuestro tricolor nacional como garantes y defensores de la soberanía nacional”, aseveró el alto mando militar.
Desmienten versiones
Tras la salida de los 60 militares venezolanos del territorio colombiano, quienes acamparon por cuatro días en fincas de labriegos y dañaron cultivos de plátano, arroz y maíz, con una afectación cercana a 150 millones de pesos según las autoridades del departamento, la Cancillería de ese país expresó que sus soldados llegaron hasta Arauca al confundirse por las consecuencias que el cambio climático ha causado en el río Arauca, límite entre ambos países.
“El cauce sufre modificaciones constantes producto de cambios climatológicos, lo cual deriva en una diferencia de interpretaciones sobre la frontera. El cauce fluvial se modifica constantemente producto del río”, fueron las aseveraciones de Delcy Rodríguez, canciller de Venezuela.
Conocidas estas declaraciones, el gobernador de Arauca, Ricardo Alvarado, desmintió las versiones entregadas por la diplomática venezolana y aseveró que lo afirmado por la ministra de relaciones exteriores del vecino país son argumentos sin fundamento, toda vez que el límite está establecido por el cauce del río y este no ha tenido modificaciones sustanciales.
En su pronunciamiento, el gobernador araucano criticó el silencio del Gobierno de Colombia ante la violación a la soberanía colombiana y expresó: “Venezuela maneja la frontera y el río a su antojo desde hace unos años, dejan pasar a las personas que ellos quieren, son los vecinos los que deciden quienes entran a nuestra casa”.
Alvarado reclamó que las medidas adoptadas entre los dos países para solucionar una crisis fronteriza que se agudizó desde agosto de 2015, no sean equitativas.
“No podemos permitir que el gobierno venezolano mantenga cerrada la frontera y el gobierno colombiano la deje abierta, o está abierta para todos o está cerrada para todos”, enfatizó Alvarado.