Una de las condiciones para los 30 guerrilleros que recibieron el indulto por el Gobierno Nacional —incluidos los primeros 17 anunciados ayer por el Ministerio de Justicia—, es que una vez libres no pueden retornar a las filas guerrilleras. De hacerlo así, perderían el beneficio y volverían a prisión.
Así quedó consignado en el expediente de cada uno de los indultados, quienes se comprometieron a iniciar lo más rápido posible un proceso de reintegración.
“Hay rumores de que estos guerrilleros irían a Cuba a la mesa de diálogos, pero hay que aclarar que ninguno de ellos tiene el perfil para estar en la mesa. La decisión del indulto está basado en otras razones”, explicaron fuentes del Ministerio de Justicia.
Las razones a las que se refieren desde ese despacho fueron aclaradas por el jefe de esta cartera, Yesid Reyes: “estos hacen parte de los 30 integrantes condenados por el delito de rebelión o conexos como porte ilegal de armas o uso privativo de uniformes de las Fuerzas Armadas”.
En palabras del ministro Reyes, los indultos no tienen nada que ver con la condición de salud de los guerrilleros, y obedece a generar un ambiente favorable de las negociaciones en Cuba, pues fue un compromiso hecho por el Gobierno el año pasado ante la solicitud de las Farc de brindar atención humanitaria a aquellos presos que padecían graves afectaciones a la salud.