Después de tres días en la incertidumbre por la llegada de la exfiscal de Venezuela Luisa Ortega a Colombia, el presidente Juan Manuel Santos confirmó que la funcionaria opositora al régimen de Nicolás Maduro está bajo la protección del Gobierno Nacional.
Aparte de eso, aseguró que si Ortega opta por pedir asilo en el país, le será concedido.
A pesar del anuncio, no se disipan las últimas versiones conocidas según las cuales, Ortega estaría de paso por Colombia y se dirigiría esta semana a Estados Unidos, donde solicitaría asilo.
Vale recordar que la exfiscal venezolana reveló que habrían vínculos entre el presidente de ese país, Nicolás Maduro y el escándalo de corrupción de Odebrecht, una información que sería muy valiosa para el Departamento de Justicia norteamericano, donde se desarrolla el grueso de la investigación.
Eso de paso pondría a Maduro contra las cuerdas y lo expondría a mayores sanciones por parte del gobierno de Estados Unidos.
Desde su llegada el viernes, junto a su esposo, el diputado chavista Germán Ferrer, la estadía de Ortega en Colombia se mantuvo bajo total reserva.
Ortega, antiguamente chavista pero retirada de los afectos del Gobierno por su posición ante las últimas decisiones de Maduro, arribó al aeropuerto El Dorado desde Aruba tras de una travesía de película, que inició en Caracas, prosiguió en las costas de la Península de Paraguaná, en el noroeste de su país, desde donde viajó en lancha hasta la isla caribeña.
Migración Colombia informó ese día en un breve comunicado que Ortega “ingresó al país proveniente de Aruba” en un vuelo privado “e hizo su correspondiente trámite migratorio”.
Colombia tiene una larga tradición de asilados de otros países, como el expresidente peruano Alan García (1985-1990 y 2006-2011) y el empresario venezolano Pedro Carmona, quien le dio un golpe de Estado al fallecido Hugo Chávez.