Hans Tafur, de siete años, estaba de paseo en San Diego (Samaná Caldas) visitando a su abuela para pasar la Navidad y el Año Nuevo, cuando desapareció el sábado pasado al salir de casa a jugar fútbol.
Su cadáver fue encontrado el miércoles en la mañana por un campesino que caminaba cerca de la vivienda, y aunque la hipótesis inicial indicaba que el menor de edad había fallecido al caer por accidente en un caño, Medicina Legal confirmó que su muerte se debe a heridas con arma blanca tras violación sexual.
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“Fue un hecho violento pues tiene tres lesiones con arma cortopunzante a nivel del tórax que dañaron sus órganos internos. Hubo acceso carnal violento contra el niño, y todo el conjunto, le causó la muerte”, informó Carlos Alberto Piedrahita, secretario de Gobierno de Caldas.
En Colombia, entre enero y noviembre de este año murieron 1.010 niños por violencia y accidente por descuidos, según Medicina Legal. Lo que significa que cada ocho horas muere un menor de edad por esas causas. Del total, 602 fueron asesinados y en 45 de esos casos los agresores fueron familiares y conocidos.
Por eso es que la ONG internacional Save the Children aseguró que Colombia ocupa el tercer puesto, entre 175 países, con la tasa más alta de homicidio infantil.
