Con un enfoque que pretende ser integral y en el que se buscará que confluyan temas como el de salud pública, desarrollo y política criminal “inteligente” se inició ayer en Medellín la ruta para que Colombia reformule su política de drogas.
Así lo hizo saber el viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Miguel Samper Strouss, quien dijo que en esta reformulación el enfoque en salud y el de desarrollo rural tendrán prioridades, sin dejar de lado la lucha frontal por los eslabones principales que desde la ilegalidad controlan el negocio.
“Colombia ha probado todos los remedios para intentar combatir las drogas y sin embargo el consumo ha aumentado y se convirtió en una preocupación del Estado cuando durante tres décadas se concentraron las prioridades estatales en combatir la cadena del narcotráfico. ¿Qué estamos haciendo mal? ¿por qué hasta hace muy poco se empezó a abordar el problema del consumo desde una perspectiva de salud pública?”, se preguntó el viceministro y destacó que es por esa razón que se comenzaron a dar los diálogos regionales para reformular la política en la que se espera que los ciudadanos participen activamente.
Subrayó que no cree que todo consumo de sustancias deba ser una preocupación del Estado y que solo debe serlo aquel consumo que sea problemático como el de los menores de edad.
“Si Colombia ha probado todos los remedios para combatir el consumo, desde la perspectiva de crimen organizado ha probado todos los sinsabores. Pasamos de las mafias y de los capos y hoy nos enfrentamos a las bacrim del siglo XXI. Hemos sido débiles con los fuertes y fuertes con los débiles. Por eso nuestra apuesta es que esa política criminal debe ser inteligente, debemos desestructurar las cadenas criminales apuntándoles a sus eslabones claves que nos permitan desvertebrarlas”.