Después de las cinco de la tarde, cuando los funcionarios han salido del trabajo, la gobernadora de La Guajira, Oneida Pinto, se desplaza hacia la Casa de Gobierno de Riohacha para atender reuniones con su gabinete y con otras personas cercanas a ella. A Pinto la conocen como “la princesa negra” por su trabajo como alcaldesa del municipio de Albania, del que ella dice que es “la verdadera princesa, porque es la antesala y el pulmón del proyecto de carbón El Cerrejón”.
La Casa de Gobierno está ubicada frente a la Cámara de Comercio. Tiene dos salas de espera, una sala de juntas, oficinas, cocina y jardín. El COLOMBIANO llegó allí en la tarde del miércoles 24 de febrero. La gobernadora atendió reuniones personales y discutió con sus asesores de despacho. El ambiente era tenso. Esa semana Pinto había sido cuestionada por nombrar a Salustio Solano Cerchiaro, primo del exgobernador Francisco ‘Kiko’ Gómez, como secretario de Obras. Ese día, Pinto reversó el nombramiento y dijo que primarían las “características técnicas” de sus aspirantes. Al final fue seleccionado para el cargo Lorenzo Iguarán Solano, también cercano a Gómez.
Desmarcarse de la sombra de ‘Kiko Gómez’ ha sido una de sus mayores dificultades. Cuando fue alcaldesa de Albania, Gómez era gobernador de La Guajira por el partido Cambio Radical, colectividad que también le dio el aval a Pinto. Hoy Gómez enfrenta juicios por al menos seis homicidios y relaciones con bandas criminales.
De este tema, así como de la muerte de niños wayúu por desnutrición en La Guajira— van 11 este año — habló la gobernadora con El COLOMBIANO, después de atender a un colectivo de mujeres y a sus asesor para asuntos fronterizos.
¿Cómo han sido para usted estos primeros meses en la Gobernación?
“Han sido muy difíciles. Yo siento que el departamento de La Guajira está pasando por una de las peores crisis financieras. Quedó con una deuda de 90 millones de dólares. Cuando la adquirió lo hizo cuando el dólar estaba a 1.700 pesos y hoy el dólar está a 3.400. No hay finanzas claras para poder responder frente a todo lo que este departamento requiere. El hecho de que estemos colocando las mayores muertes de niños por desnutrición en el país es preocupante. Tenemos los índices más altos de deserción escolar, por ejemplo, somos muy mal calificados en las pruebas Saber y tenemos el índice más alto de analfabetismo en el país”.
¿Cómo llegó a la Gobernación de La Guajira?
“Yo empecé como presidenta de una Junta de Acción Comunal cuando Albania era corregimiento. Fui concejal de Maicao en dos ocasiones y después fui precandidata a la alcaldía de Maicao. Se erigió el corregimiento de Albania como municipio y me fui allá a aspirar a la alcaldía. Mi papá era corregidor de Albania y fue inspector de Policía por casi 30 años. En esta cuidadanía machista que hay nunca se piensa que una mujer que viene de abajo, que le ha tocado sufrir mucho, pueda llegar a la gobernación. Desde que comencé a colocar mi nombre para aspirar a la gobernación me lanzaron cincuenta mil ataques y me ligaron con un grupo y con otro cuando la gente sabe realmente de dónde vengo, de una familia muy humilde”.
Usted se ha presentado
algunas veces como
indígena wayúu...
“Todos en La Guajira tenemos de alguna manera nuestra relación con nuestra etnia wayúu. No descansaré y lucharé por la etnia, porque yo los represento. Me he reunido con las EPS, las IPS indígenas y con el Ministerio de Salud para instaurar un enfoque diferencial en salud para la población indígena. Hoy tenemos 17 EPS y hay muchos puntos dispersos. La idea es que tengamos dos EPS para que nadie se vaya a echar la culpa. La idea es que esas dos EPS sean las responsables. Sabemos que hay un gran limitante para las EPS y es que no hay vías, no hay fórmula para poder llegar hasta algunas comunidades indígenas. En la Alta Guajira son 8.000 kilómetros cuadrados, dos veces más grandes que el departamento del Atlántico. Son 300.000 habitantes. Es difícil alcanzar a atenderlos a todos”.
La Contraloría reveló que por lo menos en el segundo semestre de 2015 hubo un detrimento patrimonial de 19.868 millones de pesos por concepto de regalías. ¿Qué está pasando con las regalías?
“La deuda de los 90 millones de dólares las tenemos que pagar con regalías. Nosotros estamos a la puerta de la ley 550, estamos recibiendo asesoría del Ministerio de Hacienda para saber qué hacer. Tenemos todas las cuentas embargadas, tenemos deudas impagables con la Universidad de la Guajira por 36.000 millones de pesos. En alguna oportunidad que había recursos se hicieron algunas inversiones y... (silencio), y yo no soy la persona indicada para cuestionar todo lo que vinieron haciendo alcaldes y gobernadores. Encontramos un departamento resquebrajado, con problemas, con una profunda crisis financiera”.
¿Cómo organizó su
presupuesto?
“Tenemos un presupuesto que supera los 400.000 millones de pesos y tenemos que hacer unas trasferencias que ascienden a 3.500 millones de pesos que nos toca hacer a entidades como Contraloría y Asamblea. Tenemos que hacer inversiones por 23.000 millones de pesos por gastos de funcionamiento y pensiones y necesitamos otros 150.000 millones para el sistema educativo. Tenemos que sacar 150. 000 millones de pesos para el pago de la deuda. Nos quedan 39.000 millones de pesos. De estos, 15.000 millones de pesos irán para el transporte escolar, 7.000 millones de pesos para alimentación y otras inversiones que tienen que ver con giros a entidades descentralizadas. Por la deuda, la misma ciudadanía puede tomar represalias. Por ejemplo, si no le doy subsidios a los estudiantes de la Universidad de La Guajira se va a generar un conflicto. La deuda comienza a enfrentarnos a nosotros mismos”.
¿Qué aportes le ha
0dado la Nación?
“El Gobierno Nacional tiene una agenda por el agua y la vida de La Guajira. Allí han definido inversiones pero no son suficientes. Nosotros tenemos 22.000 puntos poblados en la Alta Guajira y el centro de acopio que va a construir el Gobierno estará ubicado en solo una de las poblaciones que es Puerto Estrella. Solamente Uribia tiene 25.000 kilómetros de trocha, necesitamos más centro de alimentos. También ha hecho inversiones en una planta desalinizadora y un pozo en Nazareth. Sin embargo, el 98 por ciento de la población es rural y está dispersa; son cerca de 300.000 habitantes distribuidos en 25.000 puntos”.
¿Cómo está su relación
con la Asamblea?