A pesar de que el presidente de la República, Juan Manuel Santos, ordenó el reinicio de los bombardeos en contra de los campamentos de las Farc, varios analistas del conflicto afirman que esto no debería afectar el proceso de paz.
Entre ellos está el exconsejero presidencial de paz y profesor de la Universidad del Rosario, Carlos Eduardo Jaramillo, quien afirmó que “lo primero que es necesario hacer es aclarar bien cómo ocurrieron los hechos, si de verdad fue un ataque de las Farc en la noche mientras los soldados dormían o si fue un combate como lo dicen las Farc”.
A pesar de eso, Jaramillo dijo que no cree que eso deba interrumpir las conversaciones de paz en La Habana (Cuba), pues “desde el inicio se acordó que se continuaría la negociación en medio del conflicto”.
Por su parte, el coronel en retiro del Ejército Nacional y profesor de la Universidad de la Sabana, Carlos Alfonso Velásquez afirmó que “la decisión de retomar o no los bombardeos es exclusiva del Presidente de la República, y en este caso, ante el descontento popular con las Farc, era necesario que los retomara”.
Con respecto a la reacción de parte de las Farc en La Habana, el coronel (r) Velásquez afirmó que “esta no es la forma de convencer ni de presionar al Gobierno para que haga un cese al fuego bilateral, no podemos olvidar que el presidente Santos está bajo mucha presión por parte de la sociedad civil y de la oposición política que tiene el proceso de paz”.
Una perspectiva diferente tiene el excomisionado de paz y excandidato vicepresidencial del Partido Conservador, Camilo Gómez. Según él “esto es un hecho grave por parte de las Farc, ellos incumplieron un compromiso no solamente con el Gobierno sino con toda la sociedad colombiana”.
Para él, esto no puede quedarse en un acto de condena pública y el pésame a los familiares por parte del Gobierno, “me parece que lo que está demostrando es que las Farc dicen una cosa pero hacen otra”.
Con respecto a la retoma de los bombardeos, Camilo Gómez afirmó que “ésta no es una medida justa ni proporcional, los ataques contra las Farc son una obligación constitucional del Presidente y nunca debieron haberse suspendido”.
El excomisionado de paz concluye diciendo que “al culpar al Estado de estos ataques por supuestamente no acceder a un cese bilateral al fuego, las Farc están justificando cínicamente los homicidios de los 11 soldados y las heridas causadas a 19 más y un civil”.