En octubre de 2015, cuando Gobierno y Farc entraban en la recta final del Acuerdo de paz que se firmaría 11 meses después (el 26 de septiembre de 2016), ambas delegaciones hicieron un anuncio que llenó de esperanza a familias de las víctimas de desaparición forzada: en el marco de las negociaciones decidieron iniciar la búsqueda de personas a las que se les perdió el rastro en el marco del conflicto armado.
“Con el fin de aliviar el sufrimiento de las familias de las personas dadas por desaparecidas, y contribuir con la satisfacción de sus derechos, hemos llegado a dos acuerdos: poner en marcha unas primeras medidas inmediatas humanitarias de búsqueda, ubicación, identificación y entrega digna de restos de personas dadas por desaparecidas, y segundo, la creación de una unidad especial para la búsqueda de personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado”, expresaron aquella vez las delegaciones.
Han pasado 35 meses desde aquella promesa y hoy, 30 agosto de 2018, día institucionalizado para conmemorar a las víctimas de la desaparición forzada, la Unidad no ha entrado a funcionar completamente, falta presupuesto y hasta ahora está en la etapa de recolección de la información que ayude a encontrarlos.
¿Falta voluntad política?
La directora de la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos, UBPD, Luz Marina Monzón, ha reiterado en distintas ocasiones que los 56.000 millones de pesos para funcionar no han sido desembolsados, y, en conversación con EL COLOMBIANO, indicó que esta entidad entró en la etapa de alistamiento para la entrada en funcionamiento.
“En este momento no ha iniciado la búsqueda como tal. Estamos haciendo con el Instituto de Medicina Legal y la Fiscalía un proyecto que permita avanzar y lograr la identificación de 7.500 cuerpos que están en manos de las dos entidades y eso es parte de las funciones de la Unidad”, indicó Monzón.
La directora enfatizó en que algunas instituciones como el Centro Nacional de Memoria Histórica, y otras entidades, han entregado datos que sirven como base para empezar a operar, pero “en este momento no se tiene el equipo y es porque no hay disponibilidad de recursos”. Dinero que debe ser entregado por el Ministerio de Hacienda.
Con esta denuncia, EL COLOMBIANO realizó cinco llamadas al ministro de esta cartera, Alberto Carrasquilla y al cierre de la edición no contestó el teléfono.
Otra de las entidades que se pronunció frente a la lentitud para buscar a los desaparecidos forzosamente fue el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, entidad que por su carácter humanitario fue llamada para “brindar su apoyo en el diseño y puesta en marcha de planes especiales humanitarios para la búsqueda, ubicación, identificación y entrega digna de restos”, como quedó consignado en el Acuerdo.
Al respecto, Christoph Harnisch, jefe de la Delegación del CICR en Colombia, hizo un llamado a acelerar la entrada en funcionamiento de la UBPD y vincular a los familiares y otras organizaciones de víctimas no solo para brindar información que faciliten el hallazgo de los desaparecidos, sino también como parte de un proceso reparador.
“La creación de la UBPD y la ratificación por parte de la Corte Constitucional de su carácter extrajudicial y humanitario son en sí mismas pasos positivos”, indicó Harnisch, “sin embargo, esperábamos que los avances fueran mucho más rápidos. Más allá de los trámites administrativos, hace falta voluntad política. Lo que las familias necesitan son respuestas y, hasta ahora, no las tienen”, agregó.
Datos sin unificar
Otra de las dificultades a las que se enfrenta la Unidad de Búsqueda es la cantidad de información sin unificar acerca de los desaparecidos en el país. El informe Forensis del año pasado de Medicina Legal, registró que entre 1938 y 2017 fueron reportadas 132.963 personas en condición de desaparecidas, de estas, el 5,58% aparecieron muertas; el 25,81% aparecieron vivas y el 68,59% continúan en condición de desaparecidas.
Así mismo, el Sirdec (Sistema de Información de Desaparecidos y Cadáveres) registra 150.000 personas sin rastro, pero el informe del observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica señala que fueron 805.14 personas desaparecidas en el marco de las confrontaciones y hostilidades (ver infografía).
Juan Carlos Ortega, analista del conflicto armado, precisó que la primera tarea a realizar es unificar ese universo de víctimas para saber en qué dirección empezar y cuándo.
No obstante, ante el anterior panorama, Borja Paladini Adell, representante en Colombia del Instituto Kroc, centro encargado de revisar la implementación del Acuerdo, consideró que crear una Comisión de Búsqueda es un avance rápido a diferencia de otros procesos de paz en el mundo, y buscar los desaparecidos es dar un primer paso en la dirección de cerrar las heridas dejadas en tantos años de confrontación.
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municipios fueron el epicentro de las desapariciones: Centro de Memoria Histórica.