El Eln dejó en libertad este domingo a los tripulantes del helicóptero que prestaba sus servicios para la empresa Brinks y que fue atacado a tiros en la vereda San José del Tarra, municipio de Hacarí, Norte de Santander, lo que obligó al aterrizaje de emergencia.
Julio Díaz Guiza, Maxwell Joya García y Carlos Ramírez, quienes iban en la aeronave de matrícula HK 4327 de Cucutila a La Playa, fueron entregados a una comisión de la Defensoría del Pueblo y de la Iglesia Católica.
Estas personas habían sido secuestradas por el Eln desde el pasado 11 de enero y por información sobre su ubicación las autoridades ofrecían una recompensa de hasta 100 millones de pesos.
La nave era piloteada por Díaz mientras que García y Ramírez tenían la función de escoltas, ya que a bordo llevaban una suma superior a los 1.000 millones de pesos que fueron hurtados.
El Eln y el Epl se habían adjudicado el atentado y secuestro, pero finalmente las autoridades confirmaron la versión de esta guerrilla. En el comunicado, el Eln decía que había secuestrado a la tripulación y había recuperado “una importante suma de dinero que será destinada a la lucha revolucionaria”.
Tras conocer esto, los familiares de los secuestrados solicitaron al grupo guerrillero la libertad de las personas. En su momento, le pidieron al Gobierno Nacional, que se sentarán a dialogar con el Eln para que sus seres queridos volvieran a sus hogares.
Si bien, el diálogo nunca se dio, y por el contrario el Gobierno Nacional canceló las conversaciones con el grupo guerrillero, los tripulantes de la aeronave fueron liberados este domingo.
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