En la pelea entre el Fiscal Eduardo Montealegre y el uribismo salen perjudicadas las instituciones y la imagen de la administración de la justicia, que en los últimos años ha estado en entredicho por los escándalos políticos de los que ahora son protagonistas.
Así lo creen los analistas como también el expresidente de la Corte Suprema de Justicia, Jaime Arrubla, quien declara que no está bien que la Fiscalía se vea entrometida en temas con la oposición política.
“Justicia y política deben mantenerse separadas. Creo que la oposición intenta con argumentos de orden político justificar la acción de la Fiscalía contra algunos de sus miembros y me parece que al ente acusador le ha faltado decoro en sus declaraciones”, explica Arrubla.
A pocos días de terminar su mandato, el nuevo round entre Fiscal General y Centro Democrático tuvo un nuevo escenario.
Montealegre se presentó de forma voluntaria en Washington ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh), para hablar sobre casos que involucran a Santiago Uribe, al excandidato presidencial, Óscar Iván Zuluaga, al exasesor espiritual Luis Hoyos y los hijos del expresidente Álvaro Uribe. El Centro Democrático respondió con un comunicado que la actuación del Fiscal demuestra “el encono personal y el ánimo discriminatorio que lo animan en todo lo relacionado con el expresidente Uribe”.