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Según el resultado de las últimas encuestas, en Colombia parece no haber punto medio y la polarización es evidente. En cabeza están: desde la centro-derecha el candidato del uribismo, Iván Duque. En la otra orilla, pero con la misma intención de voto, está el exalcade de Bogotá, Gustavo Petro. Una división que no ha dejado espacio a candidatos de centro y que le ha costado al exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, desinflarse en la intención de voto.
La estratégia de algunos candidatos se ha concentrado en el ataque a los otros competidores, difundir rumores usando las redes sociales y reforzar la idea de que pertenecen a un lugar muy marcado del espectro político.
En este momento se puede decir que los candidatos están divididos en dos grandes bloques: En el primero están Iván Duque, Germán Vargas, Marta Lucía Ramírez, Alejandro Ordóñez y Juan Carlos Pinzón. Mientras que en el otro lado se ubican Gustavo Petro, Carlos Caicedo, y Piedad Córdoba.
Sin embargo, hay candidatos que están en el extremo del espectro como Rodrigo Londoño, quien por haber pertenecido a la extinta guerrilla de las Farc, es asociado directamente con la izquierda radical. Así mismo, hay candidatos que no son fácilmente clasificables como Sergio Fajardo y Humberto de la Calle quienes mantienen posturas mesuradas y recogen pensamientos de las dos vertientes políticas.
Según Carlos Arias profesor de la maestría de comunicación en Política, de la Universidad Externado de Colombia, la izquierda y la derecha en Colombia nunca han dejado de ser protagonistas “actualmente hay una carencia ideológica en los partidos, pero son posiciones coyunturales que precisamente afloran en época de elecciones”.
Así mismo, sostiene que la actitud más favorable para un candidato “sería que recogiera las posiciones de izquierda y derecha de la sociedad atendiendo a sus necesidades y no a una ideología”.
A su turno Yann Basset, director del Observatorio de Procesos electorales de la Universidad del Rosario, sostiene que este tipo de posiciones sirven de referencia política “debido a que los partidos Liberal y Conservador han perdido vigencia en la sociedad. Además, las categorías de izquierda y derecha sirven para clasificar sus propuestas cómodamente en una parte del espectro político”.
Y agrega que estos conceptos brindan una gran flexibilidad. Según dijo se debe distinguir entre polarización y radicalización, “la polarización implica que los candidatos se sitúan a uno u otro lado del espectro; mientras que la radicalización de las opiniones tiene que ver con las actitudes agresivas o violentas de algunos partidarios o candidatos”.
Según Basset no hay que exagerar en cuanto a la radicalización de los discursos, debido a que si uno “mira los dos candidatos que van encabezando las encuestas se benefician de la polarización. Pero sus discursos no me parece que sean tan radicales”.