El presidente electo Iván Duque no perdió ni un minuto de su visita en los Estados Unidos. Incluso, vio partes del partido de la Selección Colombia contra Senegal en la sala de redacción del The Washington Post, donde atendía una entrevista.
En campaña había dicho que ese sería el primer país que visitaría, si era elegido, y que luego iría a España, como lo hará la próxima semana, para participar en una cumbre sobre economía e innovación y, de paso, reunirse con el presidente Pedro Sánchez.
Duque viajó el miércoles, en vuelo comercial, acompañado del exministro Carlos Holmes Trujillo, quien sería el nuevo canciller. El jueves tuvo agenda privada y luego se entrevistó con los congresistas Marco Rubio (Republicano) y Rubén Gallego (Demócrata).
Luego se reunió con el secretario de Estado, Mike Pompeo. Tras ese encuentro Duque sostuvo que “no vamos a permitir que el país siga teniendo ese crecimiento vertiginoso en los cultivos ilícitos. Vamos a trabajar por una reducción sustancial y también a enfrentar todos los grupos armados ilegales que se están nutriendo de ese negocio”.
Ayer en la mañana, se entrevistó con el director de la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas, Jim Carroll. Afirmó que compartían la visión de lucha contra la producción, tráfico y consumo de drogas ilícitas, que hoy llega a 209 mil hectáreas, según cifras de la Casa Blanca.
Igualmente, Duque estuvo reunido con John Bolton, asesor de seguridad del presidente Donald Trump. “Nos ha expresado total apoyo para fortalecer nuestra política de seguridad”, trinó.
En la agenda también estuvo el encuentro con el secretario general de la OEA, Luis Almagro. “Le manifesté mi deseo de seguir fortaleciendo el sistema interamericano”. Dijo Duque, quien invitó a los países a salir de Unasur, “cómplice de la dictadura venezolana”.