El segundo cargo público por elección popular más importante del país –ser alcalde de Bogotá– siempre está en la mira de los partidos.
Luego de varios gobiernos sucesivos de izquierda, sin contar el actual de Enrique Peñalosa, en el Congreso se tramita la propuesta de incluir la segunda vuelta electoral. Esto, según los promotores, le daría más legitimidad al mandato electo ya que los últimos alcaldes han sido elegidos con un porcentaje inferior al 30 % de los votantes.
En la plenaria del Senado, el pasado domingo, la iniciativa que requiere modificar la Constitución, pasó por primera vez su cuarto debate, lo que agitó los grupos políticos interesados en lanzar candidatos para dirigir a la capital.
En un país de centro derecha, en su mayoría, cuyos partidos políticos también obedecen a esa tendencia ideológica, resulta predecible que aparezcan propuestas de unidad como ocurrió en la segunda vuelta presidencial hace unos meses. De concretarse esta iniciativa en Bogotá, cambiaría la estrategia política de los partidos y los obligaría a buscar más alianzas, precisamente, para a la segunda vuelta.
Según uno de los autores del proyecto, el representante de Cambio Radical, José Daniel López, “Bogotá es una ciudad de casi 9 millones de habitantes y nunca hemos elegido un alcalde que tenga un millón de votos. Esto genera problemas de legitimidad. Más se demoran en posesionarse que en arrancar procesos de revocatoria en su contra”.
Juan Carlos Lozada, representante liberal y coautor del proyecto, negó que el fin de la iniciativa sea político o de cálculo electoral. “La presenté hace cuatro años cuando Petro era alcalde y me dijeron que era para favorecer a la izquierda, ahora me dicen que es a favor de la derecha. No hay intereses, buscamos que Bogotá sea más eficiente”.
Lozada añadió que se compromete a que en la ponencia, el próximo año, se especifique que sería a partir de las elecciones de 2023. “No queremos perturbar las próximas elecciones”.