La cancillería colombiana confirmó la llegada a Bogotá el jueves de Harold Carrillo procedente de China, después de ser repatriado por razones humanitarias desde el país asiático donde estaba encarcelado por delitos relacionados con narcotráfico.
Carrillo, un taxista de 49 años, tiene cáncer en la garganta y las autoridades chinas le conmutaron la pena de muerte.
Desde que salió del aeropuerto de Guangzhou el otrora taxista ha estado permanentemente con los dos custodios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario y con un médico que fue dispuesto por el Ministerio de Exteriores.
Según la oficina de prensa de la Cancillería, el de Carrillo es el primer caso de un colombiano en que las autoridades chinas, por razones humanitarias, cambian la pena impuesta para que pueda volver al país en calidad de repatriado.
La esposa del repatriado, Luz Farid Celis, expresó a The Associated Press su satisfacción por la noticia y ha dicho que si su compañero cometió algún error la familia ya lo perdonó. “Estamos muy contentos porque él está muy enfermo y es muy importante que esté acá con la familia”.
En agosto pasado Celis comentó que su esposo le había hablado desde China unos cinco minutos en los que escasamente la alcanzó a saludar a ella y a sus dos hijos.
Celis comentó que los últimos cinco años para su familia “han sido de una lucha constante” para conseguir volviera a territorio colombiano.
Más de 100 colombianos se encuentran presos en China, casi todos por delitos relacionados con tráfico de drogas.
El caso más reciente fue el de la modelo Juliana López, de 22 años y quien según el Ministerio de Exteriores fue detenida el 18 de julio pasado en Guangzhou.
Junto a López también fue arrestado su ex novio. Los dos siguen incomunicados hasta que concluya la investigación.
