VOTAMOS NO, SEGUIMOS POR LA PAZ. URGENCIA Y PACIENCIA
Álvaro Uribe Vélez
Expresidente y senador
Durante la campaña por el No referimos siempre a las 297 páginas de La Habana. Se expresaron desacuerdos con muchos temas, entre otros:
La impunidad total a los mayores responsables de delitos atroces, que se convierte en mal ejemplo, creador de nuevas violencias, además de generar incertidumbre jurídica futura. Insistimos en la reclusión efectiva, pena privativa de la libertad, entre 5 y 8 años, no obstante que sea en sitios alternativos como granjas agrícolas.
El narcotráfico, en las circunstancias de Colombia, no debe ser calificado como delito político.
Los privilegios al partido de las Farc y la elegibilidad de responsables de delitos atroces. De no excluirse, debería meditarse en el efecto sobre quienes no gozan de derechos políticos como condenados por proceso 8 mil y parapolítica, aquellos que han perdido investiduras de representación y los 140 mil presos.
Hicimos múltiples observaciones al Tribunal Transicional, que entre sus facultades exhorbitantes tiene aquella de definir qué conductas son delitos. Estamos de acuerdo con el Fiscal General de aplicar la Ley de Justicia, Paz y Reparación. O proponemos crear en la Corte Suprema la Sala Transicional y la doble instancia, retroactiva por cierto.
En la campaña nos referimos a las víctimas, a la familia, al respeto a la mujer, a tantos otros temas sobre los cuales propusimos alternativas.
La pequeña diferencia del No tiene el mérito de haber sido contra una enorme desventaja. Reiteramos urgencia y paciencia para el inmediato futuro.
Urgencia para no agregar motivos de violencia a la criminalidad que gira sobre las 200 mil hectáreas de coca, el Eln, disidentes de Farc, bandas criminales, microtráfico, drogadicción e inseguridad urbana.
Que a los integrantes de Farc se de protección efectiva a condición de la suspensión de todos los delitos, narcotráfico y extorsión incluidos. La ley actual podría conceder una amnistía, sin desmovilización total inmediata, a guerrilleros rasos, no incursos en delitos de lesa humanidad. Y para garantizar sus ingresos se podría contratar con ellos que empiecen la destrucción remunerada de la droga.
Es urgente el trámite en el Congreso de una norma de alivio judicial para nuestros soldados y policías, el Centro Democrático ha presentado varios proyectos, alivio sin impunidad y sin igualarlos a Farc.
Contrario al ultimátum que aplazó las bombas para el primero de Noviembre, creemos que se necesita paciencia para discutir tantos motivos de preocupación.
Me permito recordar estas propuestas, que hacen parte de muchas:
1. Se debe privilegiar la erradicación manual de drogas ilícitas, sin que el Gobierno pierda la facultad de fumigar cuando lo estime conveniente, siempre con el cuidado de no hacer daño al ser humano, a los animales ni a otros recursos naturales.
2. Los acuerdos no deben afectar propietarios o poseedores honestos, cuya buena fe debe dar presunción, no desvirtuable, de ausencia de culpa.
3. Los compromisos con la Farc deben cumplirse dentro de las posibilidades fiscales y financieras del país; esto es, sin afectar la regla fiscal, la confianza de inversión del sector privado, la competitividad, los programas sociales como educación universal y de calidad, sin afectar la capacidad adquisitiva de los ciudadanos.
4. Los compromisos con Farc no pueden limitar la descentralización ni la obligación de alcaldes y gobernadores de atender con equidad las necesidades de todos los ciudadanos.
5. Las consultas a comunidades podrán ser limitadas en el tiempo por decretos reglamentarios del Gobierno, a fin de que no entorpezcan el desarrollo equilibrado de la Nación.
Que las discusiones sean públicas para evitar tergiversaciones.
EL NOBEL NOS PREMIA A TODOS
Bertha Lucía Fríes M.
Víctima del conflicto
Como víctima del atentado terrorista al club El Nogal y más de 8 años de incapacidad, me siento feliz con el Premio Nobel que ha recibido nuestro presidente Santos, por su persistencia, gestión y haber invertido su capital político a pesar de los “reales molinos de viento”, para lograr un Acuerdo de Paz entre el Estado colombiano y Farc.
Este galardón es un homenaje a la Mesa de La Habana, a los doctores De la Calle, Jaramillo, nuestros Generales, a las Farc y a todos aquellos invisibles en este proceso.
Premia lo acordado entre el Estado y Farc, permitiendo a las víctimas de todos los estratos, género, credos, razas, ideologías, ser parte del escenario de la construcción de Paz.
Guiados por los derechos ganados por las víctimas, conocer la verdad, (ejemplo: aclarar el misterio del atentado al club El Nogal), justicia (herramientas como la justicia especial de paz y la comisión de la verdad, para trascender la justicia ordinaria) reparación (por parte del Estado y Farc) y la construcción de un país más equitativo, e inclusivo.
Gratifica a los del Sí, los del No y las Farc que quieren una nueva Colombia sin guerra.
Premia iniciativas para construir paz. Siento que la inversión de los últimos cuatro años buscando puntos de unión, creando la ruta de la Reconciliación con Valores con desmovilizados, territorios y grupos polarizados, ha sido cubierta con el manto de este Nobel de la paz.
Oslo nos está diciendo que no estamos solos, que cerremos esta “horrible noche”, y que la comunidad internacional está esperando “humo blanco”.
Nos prendieron nuevamente la luz al final del túnel, y ahora es nuestra responsabilidad encontrar puntos de encuentro. El tiempo se acabó, y el Presidente Santos, deberá recibir el Nobel a nombre de todo el país, con la certeza de haber sellado las negociaciones para iniciar con pie firme la esperada construcción de paz.
EL SECTOR EMPRESARIAL MANTIENE SU ROL ACTIVO EN LA CONSTRUCCIÓN DE PAZ
Rafael Aubad López
Presidente de Proantioquia
Este premio es el reconocimiento de que la causa de la paz ya es un valor supremo y generalizado entre los colombianos. Todos vamos en camino de la paz. Esto es la consolidación de que es la oportunidad para Colombia y que precisamente tenemos que aprovecharla. Con esto se confirma la idea de que la causa es nacional e internacional. Lo que vamos a enfrentar es una discusión por la capacidad de liderazgo de nuestros líderes, para pensar en términos de futuro, en términos globales.
Si no somos capaces en estas circunstancias, de tomar decisiones con grandeza, en medio de la cultura de la paz y donde se busca la reconciliación, creo que estaríamos abocados a crisis de liderazgo en Colombia.
En general, más allá de un reconocimiento a una persona, esto es un reconocimiento a que el sector empresarial le ha venido apostando a la causa de la paz. No hay duda de que responsablemente hemos estado participando en el tema y creemos que hay que estar acá, calculando los costos de la paz y aportando nuestra opinión.
Por esa razón creamos la semana pasada se creó un Consejo Nacional, Empresarial y Social para una Paz Sostenible y esta semana nos reuniremos por primera vez para poner todas nuestras capacidades en pro de esta causa para que se continúe avanzando en esta paz y que sea apoyada por todos los colombianos.
Hay una necesidad de que la negociación de la paz se dé con toda la sociedad colombiana y no solo con las Farc. Eso vemos en el día a día del país. Esta es una causa de los colombianos, no de un dirigente o un partido. .