Los inconvenientes y polémicas que han generado la construcción de las estructuras en las zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN) tuvo un nuevo capitulo en las últimas horas.
Primero el Gobierno, por medio del alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, denunció que en algunos de esos campamentos, las Farc han hecho exigencias “realmente desbordadas que no han permitido el avance de las obras”.
Según Carlos Córdoba, gerente de las Zonas Veredales, en Tumaco, por ejemplo, no se pudo comenzar a tiempo las construcciones porque “las Farc nos decían que no dejaban comenzar la obra si no se hacían dos polideportivos, un estudio audiovisual, doce oficinas para comandantes, habitaciones en ladrillo, soporte estructural en concreto y aire acondicionado con área de 110 metros por soldado raso y 120 metros por comandante. Una cosa que se salía de toda proporción”.
Otro de los casos ocurrió, según el funcionario, en Filipinas, Arauquita. Allí, a pesar de que el acuerdo dice que los guerrilleros deben ayudar a construir sus dormitorios, “los insurgentes protestaron por varias semanas porque exigían que trabajaban pero si se les pagaba”.
Para el Gobierno aunque es primordial mantener un buen ambiente entre las partes, este tipo de situaciones van a demorar la entrega de las zonas “más de lo planeado”, afirmó Córdoba.
Ante estas acusaciones, la reacción de las Farc no se hizo esperar y Carlos Antonio Lozada, líder de ese grupo insurgente, calificó al gerente de las zonas veredales de “mentiroso” y solicitó que el Gobierno haga públicos los contratos de las obras que se están realizando en cada zona veredal, y que explique bajo qué condiciones fueron adjudicados y con qué criterio para construir. Finalmente el comandante subversivo afirmó que “respecto a las ZVTN, sumando todas las variables a nivel nacional, hay un incumplimiento del 87 % por parte del Gobierno Nacional”.