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Asistencia a cine creció 38,2% en cinco años
El número de espectadores en la salas del país aumenta a pesar de la dura competencia de plataformas como Netflix o HBO Go.
13 de febrero de 2015
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Ver una película en la sala de cine es una experiencia que mantiene cautivos a todos los cinéfilos y espectadores del mundo.
Tanto, que a pesar de que han surgido otras maneras de ver filmes, el número de personas que prefiere la pantalla grande aumenta, como lo presentó Cine Colombia en su resumen de la industria 2014.
Según la distribuidora, en un 38,2 por ciento aumentó la asistencia a cine en el país en 2014, comparado con el año 2010.
Una cifra nada despreciable, teniendo en cuenta que el precio promedio de la boletería ha aumentado menos del 8 por ciento por año, lo que también ayuda para que el público se anime.
El crecimiento está apoyado, según los expertos, en temas como la tecnología, la calidad de las películas, la variedad y otros tópicos que atraen a los espectadores.
El crecimiento
Aunque la piratería de películas es común, la experiencia que entrega el cine no se puede copiar.
Para el gerente de Cinemark Medellín, Camilo Aranda, los nuevos formatos que existen para exhibir los filmes mejoraron el ambiente que se siente cuando se está en una sala.
“El paso de los 35 milímetros a lo digital con imagen y sonido más fiel creo que contribuye en ese aumento del público. La tecnología, como por ejemplo las sillas con movimiento y el regreso de la imagen en 3D, hace que la competencia sea más reñida”, expresa Camilo.
Desde la mirada del distribuidor, es la tecnología la que atrae al consumidor, así como un servicio diferente al que la competencia ofrece.
Sin embargo, hay otros factores que invitan al cinéfilo colombiano a las salas y no solo la comodidad de la silla donde se sienta.
¿Sí hay variedad?
El número de estrenos de 2010 a 2014 aumentó de manera considerable.
En 2010 se proyectaron 206 producciones nuevas, entre colombianas y extranjeras. Mientras que en 2014 ese número subió a 263, lo que supone un 25 por ciento de crecimiento en los últimos cinco años.
No obstante, aunque esta cifra aumenta y para muchos es buena, en la opinión del jefe de programación del Festival Internacional de Cine de Cartagena, Pedro Adrián Zuluaga, la oferta es estacionaria, o sea que se centra en los mismos títulos y no hay una verdadera variedad.
“Es claro que hay más salas, lo que significa que hay más demanda, pero la mayoría exhibe las mismas películas. Tal vez para el mercado estas cifras sean buenas, pero el espectador no tiene nada que celebrar”, opina Zuluaga.
Historias diferentes
Ahora bien, es importante recordar que por muy tecnológica que sea la sala de cine y por mucho que se le haga mercadeo, si la película no gusta o ha tenido malas críticas, la gente no irá a verla.
Y aunque hablar de gustos es subjetivo, y hay nichos de público que gustan de las comedias, así como hay otros que aprecian el cine de autor, la calidad de la producción también influye en el crecimiento de la cifra de espectadores. El productor de cine de Buenavida Films, Juan Pablo Pardo, cree que los realizadores en Colombia han optado por historias diferentes que le coquetean al espectador, ya que se dejó de lado un poco la clásica película narco.
“Hay historias que alimentan el alma de las personas, pero duran una semana en cartelera y la gente no tiene ni tiempo de darse cuenta que se exhibió. Hollywood manda la parada y creo que se deben apoyar más las películas de aquí para que ganen credibilidad”, expone el productor.
Y no es que se quiera tapar el sol con un dedo como lo manifiesta Juan Pablo, o sea, dejar de hacer películas sobre las problemáticas colombianas. Es mirar desde otros puntos de vista aquellos problemas y contarlos de forma tal que la gente sienta el deseo de ir a verla.
Un espectáculo vigente
La gente joven, sobretodo, tiene en este momento mayores herramientas para ver cine.
Plataformas como Netflix, la televisión paga como HBO Go y otras estrategias como la que está desarrollando Amazon, ofrecen cine y películas que luego de pasar por las salas son presentadas casi a los pocos meses.
A pesar de esto, la gente sigue comprando su tiquete e ingresando a las salas.
Aquel espectáculo nunca pasará de moda, como lo indica la comunicadora social y crítica de cine Diana Agudelo Henao.
“El cine que se exhibe en las salas no pierde la capacidad de ser espectáculo. Por ejemplo, no es lo mismo ver Transformers en tu tableta apoyada en las rodillas que en una sala con gran sonido e imagen en pantalla gigante”, añade Diana.
Lo otro es la experiencia social. Estar con otras personas viendo la película, reírse al mismo tiempo con las ocurrencias o llorar con las desdichas de los protagonistas hacen parte del momento, momentos que las personas disfrutan así sea con gente que conocen por primera vez.
En fin, el cine nunca dejará de atraer a niños, jóvenes y adultos a sus sillas.
Ese espacio oscuro con su gran pantalla seguirá proporcionando la magia que nos lleva al espacio, nos pone en medio de una guerra sin ser heridos y recuerda al mundo su historia.
El cine seguirá aumentando el número de espectadores que lo acompañan año tras año. La magia nunca se apagará así como el mercadeo y las producciones la mantendrán viva.
160
películas de cine comercial se estrenaron en 2014, frente a 103 de cine arte.
4
millones 060.843 personas entraron a las salas de cine en Medellín en 2014.
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