Al director Ciro Guerra y a su esposa, la productora Cristina Gallego, los cogió por sorpresa la nominación que obtuvo El abrazo de la serpiente a Mejor película de habla no inglesa.
“Me van a tener que prestar un esmoquin para ir a la ceremonia”, dijo el director de la primera película colombiana que competirá por una de las estatuillas doradas.
Guerra y su esposa hablaron con EL COLOMBIANO sobre su nominación, qué viene para la película, su futuro y el último paso para que El abrazo de la serpiente se convierta en la primera película colombiana ganadora de un Óscar.
Ciro guerra y Cristina gallego hablan del futuro
¿Cuándo estarán en Los Ángeles y con quiénes piensan ir?
“Estaremos el 8 de febrero porque hay un almuerzo en homenaje a los nominados. Luego, el 27 del mismo mes, nos presentaremos en los Independent Spirit, porque también estamos nominados allí como Mejor película extranjera y al día siguiente nos presentaremos en los Óscar. Todavía no sabemos quiénes vamos, no conocemos el protocolo y a cuántas personas podemos llevar como delegación. Todo este tema de logística es nuevo para nosotros. Es un lugar en el que muy pocos colombianos hemos estado. Hasta ahora vamos entendiendo cómo se manejan las cosas”.
¿Ya vio alguna de las películas que están nominadas con El abrazo de la serpiente?
Ciro: “He visto dos, Mustang y Theeb. La primera tiene un elenco de jóvenes que enamora. Son un grupo de actrices increíbles que pocas veces se ven juntas en el cine. Además, tiene una historia muy potente y actual. Theeb, que es una producción de Jordania, tiene el encanto de haber sido filmada en el desierto jordano, el mismo donde se hizo Lawrence de Arabia. Es una película como El abrazo de la serpiente, que le da la vuelta a la historia desde otra perspectiva. Tuve la oportunidad de conocer y compartir con los directores de estos largometrajes y, en mi opinión, tenemos mucho en común. Somos amigos y me alegra que quedaran nominadas”.
¿En qué se centrará la campaña para que la película sea la ganadora?
Cristina: “Nosotros empezamos relaciones públicas desde septiembre del año pasado para llegar a esta nominación. Ahora, seguimos con la campaña de relaciones públicas desde Los Ángeles con nuestro equipo y los distribuidores. Haremos prensa con Ciro, así como con los actores, con presencia la semana entrante en el Festival de Sundance, donde fuimos elegidos entre las siete perlas a exhibir. Tendremos también una gran campaña para que los miembros de la Academia vean la película y puedan votar por ella”.
¿Estuvo antes en el Teatro Dolby?
Ciro: “Fui a una charla con actores, pero nunca a una ceremonia de entrega de premios”.
¿Qué cree usted que les falta a las facultades de cine que enseñan en Colombia?
Ciro: “Falta cinefilia, o sea, falta ver mucho cine de todas partes del mundo y en todos los idiomas. Si no es así, no hay forma de convertirnos en verdaderos cineastas”.
¿A qué actor o director le gustaría tener a su lado en la ceremonia?
Ciro: “Me gustaría conocer al compositor Ennio Morricone, famoso por crear las bandas sonoras de cientos de películas [Cinema Paradiso, es una de ellas]”.
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¿Cuál fue su participación en El abrazo de la serpiente?
“Yo soy parte de los productores de la película. Cuando Ciro y Cristina me llamaron y luego me trajeron el proyecto para que lo conociera más a fondo, a ojo cerrado invertí en él. Siempre he sido seguidor del trabajo de Ciro desde su primer filme, La sombra del caminante. Igualmente, pienso que su segunda producción, Los viajes del viento, es una de las mejores películas del cine colombiano. También serví como puente para que Caracol participara en el largometraje”.
¿Influyó de alguna manera en el guión?
“No, todo fue un trabajo autónomo de ellos. Procuro siempre, y así lo he hecho, no interferir en este tipo de películas de autor, porque son miradas muy personales. Entonces, creo que no admiten intervención de nadie más. Solo el autor es quien saca su creación cinematográfica adelante”.
¿Los apoyó de otra forma?
“En una ocasión los ayudé para buscar un avión que les permitiera el traslado de algunos equipos que tenían en la selva, haciendo de puente entre la selva y Caracol. Mi participación fue como coproductor y no en la parte creativa”.
¿En qué otros proyectos de cine de autor ha estado involucrado?
“Nuestra productora apoyó a filmes como Todos tus muertos, de Carlos Moreno, así como en la película de Roberto Flores, llamada Cazando luciérnagas. Estuvimos involucrados en Locos, de Harold Trompetero, y produjimos un documental de Rubén Mendoza que se llama El valle sin sombras, que es de la tragedia de Armero. Todo el trabajo ha sido como productores.
¿Considera que El abrazo de la serpiente se convertirá en una película comercial, es decir, de gran público, ahora que está nominada y que seguramente regresará a las salas de cine del país?
“Eso esperamos todos. Cuando pasan estas cosas todo el mundo termina ganando. La nominación hará que muchas personas vayan a verla y descubran que hay otro tipo de cine que se puede consumir y disfrutar. Sin lugar a dudas, es un impulso para la película y es un tema mediático que invita a la gente a que se asome a las salas”.
¿Qué otros planes tiene para empujar este tipo de películas?
“Hay un par de proyectos en los que quiero participar, los cuales todavía no puedo revelar. Sin embargo, esto ha sido una constante en nuestra productora. Digamos que partimos de concebir el cine como un todo y no creamos ni creemos en esos antagonismos entre el cine de gran público y el de autor. Son cines diferentes pero no excluyentes.
Cuando nos va bien con las de gran publico también nos acercamos a las películas de autor y las apoyamos, entendiendo que este tipo de filmes que se hace sin tener como prioridad llenar salas, es el único que renueva los lenguajes y de alguna forma le muestra el camino al cine comercial.
El cine de gran público siempre necesita de la renovación de los lenguajes y pocas veces está dispuesto a jugársela con esos estilos nuevos. Por eso uno y otro se necesitan.
El cine de gran público debe tenderle la mano de alguna manera al cine de autor, porque son ellos los renovadores del lenguaje cinematográfico”.