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A Jericó la llaman “la Atenas del Suroeste” porque su legado e historia cultural son insignia en Antioquia. La tierra de los balcones coloridos, de los postres de cardamomo, de las letras de Manuel Mejía Vallejo y el carriel le han dado su reputación.
Ahora eso parece reafirmarse con la llegada del Hay Festival, que escogió al municipio como la tercera sede en Colombia donde se compartirá sobre toda clase de ideas plasmadas en libros, ciencia, música y filosofía.
Desde el viernes 25 y hasta el domingo 27 de enero, los visitantes podrán no solo disfrutar de la programación del evento, sino también conocer la riqueza del pueblo que los acoge a tres horas de Medellín.
Hermanos en la distancia
Como organización, el Hay suele apostarle a actividades que se convierten en polos de desarrollo de la región o de pueblos, cuenta Amalia de Pombo, directora de Desarrollo y Comunicaciones del festival. Así sucedió con Hay-On-Wye, lugar donde nació el festival. Es un pueblo muy pequeño en Gales que fue haciéndose cada vez más conocido como capital de los libros debido a este proyecto.
Según ella, cuando se percataron de las características del municipio antioqueño, tenía sentido pensar en realizar allí una edición similar del Hay a la que se ha hecho en el pueblo de Reino UNido. “Vimos que Jericó realmente no tenía un evento cultural de renombre que le diera revuelo a la región, así que decidimos apostarle”.
Lugares para recorrer
Además de asistir a los conversatorios programados por el festival, hay mucho más que podría conocer en el municipio.
Si usted también es amigo de la naturaleza así como de los libros, Jericó le ofrece caminatas por senderos precolombinos que hace aproximadamente 250 años se crearon para conectar varias zonas aledañas, que hacían parte de asentamientos indígenas, con el pueblo.
También podrá visitar la reserva del Parque Natural de Las Nubes, donde tras una caminata de tres o cuatro horas podrá divisar el Río Cauca. La gerencia de turismo del municipio recomienda tener la compañía de un guía a pesar de no ser una caminata muy compleja de realizar.
Lleve ropa fresca porque por estos días hace mucho sol, pero la chaqueta no está de más para el frío nocturno. Si quiere puede incluso llevar su vestido de baño, pues puede darse un paseo y sumergirse en el Río Piedras con su familia y calmar el calor.
Si usted es más de recorridos al interior del pueblo y le interesa la historia católica, aproveche que estará visitando el pueblo de donde es oriunda la Madre Laura Montoya. Podrá conocer tanto la casa como el museo de la Santa o visitar alguna de las 19 capillas que hay en la región.
Si le interesa más el arte, hay otros cinco museos, incluyendo el Maja, el Centro de Historia y el de la Música, experiencias para apreciar la cultura. En el Centro de Historia de Jericó dele un vistazo a la Pinacoteca, un espacio con cuadros de los personajes que han sido representativos del municipio.
Manjares para saborear
Aunque el pueblo es pequeño tiene una oferta amplia de gastronomía. 22 restaurantes para todos los gustos están distribuidos por el municipio. Por supuesto se recomiendan los platos típicos antioqueños para aquellos que visitan desde otros departamentos.
Pero si hay algo que usted tiene que probar son los postres típicos de la región. Hay varios destacados, entre ellos los dulces de cardamomo y la Luisa jericoana, una galleta de soya hecha en fogón de leña.
Pero el manjar insignia del pueblo es el postre jericoano, que consiste de siete capas que alternan dulce y frutas. Entre sus ingredientes están la piña, cáscara de toronja, coco, bizcocho, arequipe, panela y papaya.
Con dulce en la boca, arte en los ojos y letras en la cabeza quizá podrá vivir una experiencia completa en Jericó.