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A la hora de hablar con los artistas y con la gente sobre los recursos destinados a la cultura, algunos dicen que son insuficientes y que esta es la cenicienta. Al hablar sobre el mismo tema con los funcionarios que la administran, dicen que saben que los recursos nunca serán suficientes y que los artistas y la comunidad siempre se andarán quejando.
A tales quejas se suman varios hechos. Entre ellos, que el nombramiento del Director de Cultura y Patrimonio de Antioquia en el gabinete del gobernador Luis Pérez Gutiérrez se demoró: no fue en enero, como los demás, sino el 28 de marzo. En ese momento tomó las riendas del Instituto la abogada Laura Emilse Marulanda Tobón.
Otro, también anómalo que, para acabar de ajustar, esta dirección, en cabeza de la señora Marulanda Tobón, tuvo que devolverles a las arcas del departamento unos 1.300 millones de pesos por no ejecución de proyectos. Y renunció en octubre.
Por tal motivo, se quedaron frenados planes como los de Antioquia Vive el Teatro, la Danza y la Música.
En el plano municipal, muchos artistas manifiestan inconformidad con las acciones de la Secretaría de Cultura Ciudadana, Amalia Londoño. Un ejemplo, el despido de Sergio Restrepo como director del Teatro Pablo Tobón. Los argumentos no convencieron: ella dijo que para él solo tienen palabras de agradecimiento y reconoció su buena gestión, y señaló que el nuevo, Juan Carlos Sánchez, continuará con las acciones de Restrepo Jaramillo. Así las cosas, muchos se preguntan, ¿por qué lo sacaron?
En cuanto a si el presupuesto es alto, la actual directora del Instituto de Cultura y Patrimonio de Antioquia, Isabel Cristina Carvajal Zapata, posesionada en su cargo en noviembre pasado, dice que el de su dependencia es de 21.000 millones de pesos para 2017: 9 mil millones para gastos de funcionamiento y 15 mil millones para inversión.
“¿No es poco —le preguntamos—, teniendo en cuenta que a la Secretaría de Infraestructura del Departamento le asignaron 280 mil 239 millones de pesos?”.
“Sé que el presupuesto siempre es poquito, pero si se distribuye bien y se gestionan otros recursos, puede alcanzar para mucho”, responde.
Revela que realizará alianzas con otras dependencias del departamento, como la Unidad de Víctimas, las Gerencias Indígena y de Negritudes, en temas comunes.
“También nos llegarán recursos por concepto de la estampilla Procultura, que se acaba de crear”.
La funcionaria manifiesta que desde su llegada al cargo le insistió al Gobernador que le regresara esa plata que su antecesora devolvió a Hacienda. A eso, él le respondió que sí, aunque solo en la medida en que presentara proyectos.
¿Y qué ha pasado? ¿Ya los presentó? Ella contestó:
“¡Ya nos devolvió la plata, incluso más de lo que se había reintegrado a las arcas del departamento el año pasado. ¡Nos entregó 1.700 millones de pesos!”
Dinero que no hace parte de ese presupuesto de 21 mil millones mencionado.
Y explicó que, haciendo caso a lo que el gobernador Pérez le dijo, respaldó tal devolución de dineros con proyectos que ella siente como prioritarios para el desarrollo cultural de Antioquia: los Planes de Cultura de los municipios. “Crearlos, si no los tienen, o consolidarlos, si ya los han elaborado, porque muchos entes territoriales carecen de ellos. Sin esos planes es muy difícil brindarles apoyo para sus obras y proyectos”.
La funcionaria añadió que estos planes, si bien no son obligatorios para conseguir recursos, sí les permite a los municipios tener un norte, desarrollar programas de danza, música y teatro, por lo menos, y no tener solamente una programación cultural para entretener a sus habitantes.
La directora cuenta que en la formulación y fortalecimiento de los Planes Municipales se invertirán, este año, unos 500 millones de pesos.
En salas concertadas de teatro, si bien la idea es llegar a los 124 municipios —Antioquia tiene 125, pero excluye a Medellín— por ahora se incluirán de 20 a 25, con recursos que irán de 300 millones a 400 millones de pesos.
En patrimonio —en el que el año pasado arreglaron las Casas de la Cultura de tres municipios, Buriticá, Concepción y San Vicente Ferrer—, este año apoyarán la mejora de la Casa de la Cultura de El Carmen de Viboral, con 500 millones de pesos para arrancar.
También habrá que destinar dinero, que por ahora están calculando, para restaurar el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, donde funciona esta dependencia, el Palacio Municipal de Medellín, una nave de la iglesia central de Concepción, la fuente del Parque Principal de Abejorral, y el diseño de la Estación Cisneros.
Ya que mencionó el Palacio de la Cultura Rafael Uribe Uribe, en las calles y entre los artistas se dice que en la Administración Departamental hay interés de sacar de allí el Instituto de Cultura y Patrimonio y ceder el espacio a un centro comercial, como el Palacio Nacional, que antes fue un edificio de uso oficial.
“No —desmiente ella este rumor—. Este edificio es un Bien de Interés Cultural. Diseñado por el arquitecto belga Agustín Goovaerts, es Bien de Interés Cultural de la Nación. La administración departamental tiene planes de fortalecer este espacio para que sea más utilizado por las comunidades antioqueñas”.
Entre estos planes, revela Isabel Cristina, está el de la “activación de la galería de exposiciones de artes plásticas”, para que los artistas de cualquier parte de Antioquia puedan ofrecer una exposición de sus obras. Para la cual se les brindaría, no solo el espacio físico, sino la curaduría de la muestra y la ceremonia de inauguración. Al parecer, abrirán exposiciones colectivas por subregiones.
Los antecedentes cercanos del Instituto dicen que en la administración Fajardo, el titular era Juan Carlos Sánchez, de 2012 a 2015. Este funcionario destaca, de su periodo, el incremento “once veces” del presupuesto de esta dependencia: “Pasó de unos 2.200 millones de pesos a 27.000 millones de pesos para inversión”, dice Juan Carlos, quien agrega entre sus realizaciones “la creación de los fondos concursables, que no existían”. Con estos se refiere a los programas de estímulos a la creación artística, “en los que asignamos unos 5.700 millones de pesos anuales”, y la “formulación de planes sectoriales de cultura del departamento”.
Amalia Londoño, secretaria de Cultura Ciudadana de Medellín, mencionó en diciembre que el presupuesto de la Secretaría para 2017 sería de 71 mil millones de pesos. Ahora ratifica esta cifra y añade: este monto es “sin contar el funcionamiento. Actualmente el presupuesto, incluyendo el funcionamiento, asciende alrededor de los $102 mil millones de pesos”.
¿Cuáles obras realizará este año? “Se terminará de construir la Casa de la Literatura y de restaurar El Jordán —dice Amalia—. Ya se inició el proceso de dotación de la Casa de Cultura de Manila, las Estancias y del Popular No. 1”.
Sin embargo, aclara, la Secretaría no hará nuevas obras de infraestructura, “para invertir más en fortalecimiento de equipamientos actualmente existentes”.
En lo que se refiere a la Biblioteca Piloto, ya terminaron los trabajos de repotenciación de la estructura y ahora iniciarán las obras complementarias y los acabados interiores. Según el “cronograma propuesto por el contratista, estimamos abrirla entre octubre y noviembre de este año”.
Sobre la Biblioteca España, que sufrió deterioro desde 2015 por fallas estructurales, y por eso quedó sin sala de informática, sin auditorio y sin biblioteca, dice que “nunca hemos suspendido la prestación del servicio allí. Seguimos en el territorio con nuestro equipo desarrollando actividades de promoción de lectura de manera descentralizada. Frente a los temas de obra física, actualmente los lidera y, son de su competencia, la Secretaría de Infraestructura”.
La Secretaria de Cultura Ciudadana cuenta que este año, gracias a la Ley de Espectáculos Públicos, esa que recauda un impuesto en los conciertos cuya boletería tiene precios iguales o superiores a 92 mil pesos y los destina a las artes escénicas, hay nuevos recursos, generados en 2016, que entrarán a formar parte del presupuesto de esta vigencia. Son más de 4.000 millones de pesos.
“La Secretaría propicia una mesa técnica, la cual define la distribución de los recursos, que van dirigidos a los escenarios de las artes escénicas públicos y privados, entendiendo escenarios públicos no solo los equipamientos de la alcaldía si no también aquellas entidades culturales que están en comodato de la Alcaldía, como la Corporación La Polilla, que recibirá recursos este año para el mejoramiento de su infraestructura”.
En cuanto a la política de estímulos a la creación artística, en 2017 no cambiaron en su modalidad. Las abrieron en enero para dar mayor tiempo de participación.
Con los cirqueros, que desean mayor estímulo, incluso la creación de un programa de “Carpas Abiertas”, Amalia Londoño señala que vienen adelantando mesas de trabajo donde se analiza la posibilidad de tener un programa similar a salas abiertas. “Para lograr esto, debemos adelantar primero algunos procesos de formación, que hagan viable esta posibilidad con respecto al cumplimiento de requisitos que programas como estos exigen”.
La Secretaria de Cultura Ciudadana indica que la agenda cultural que sale por convocatoria pública está programada para iniciar en abril. “Además, la Secretaría apoya iniciativas privadas que alimentan el desarrollo de la agenda cultural de la ciudad desde el primer trimestre del año”.
En conversaciones pasadas, la Secretaria ha dicho que cree en la necesidad de que el sector cultural tenga indicadores para la medición de sus programas y ejercicios, del modo en que otras áreas, más materiales, tienen las suyas. Eso, asegura, le daría la posibilidad de sustentar más claramente la solicitud de recursos ante el Alcalde.
¿En qué va la creación de esas mediciones?
Hasta ahora, “esta secretaría solo estaba medida a través de los indicadores formulados en los distintos planes de desarrollo. Actualmente, tiene la apuesta del desarrollo de un sistema de información que permita evaluar la cultura, no solo en temas cualitativos, sino también cuantitativos. Este será uno de los principales legados que les dejará esta secretaría a administraciones próximas para la toma de decisiones y un insumo fundamental para la ciudadanía en general”.