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¡Guns N’ Roses emocionaron a Medellín!

Axl Rose, Slash y Duff McKagan emocionaron a Medellín.

Un concierto que disfrutaron cerca de 40 mil espectadores

  • It’s to easy fue la primera canción del concierto, así pasó en las giras antes de Medellín. FOTOS SEBASTIÁN CARVAJAL
    It’s to easy fue la primera canción del concierto, así pasó en las giras antes de Medellín. FOTOS SEBASTIÁN CARVAJAL
  • ¡Guns N’ Roses emocionaron a Medellín!
24 de noviembre de 2016
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La historia empezó 36 horas antes, cuando los Guns N’ Roses llegaron a Rionegro. Luego, ocho horas antes del concierto, un tuit: “Acabamos de esconder púas de #GnFnR en Plaza Botero. Buena suerte...”: 1.866 likes y 569 retweets.

(Lea aquí ¿Cómo logró Melissa Reese ser la primera mujer en tocar con Guns N’ Roses?)

Aunque muchos seguidores no pudieron ir a buscarlas porque estaban haciendo fila desde el martes en el Estadio Atanasio Girardot. No solo era la primera vez que los Guns N’ Roses venían a Medellín, también se habían demorado en volver al país: hace seis años había estado Axl en Tocancipá, y hace 24 años, el grupo completo en Bogotá.

Las emociones estaban al máximo, y hasta el clima les ayudó y no hubo November rain esta vez, aunque sí era parte del setlist: “But lovers always come and lovers always go” (pero los amantes siempre vienen y los amantes siempre van). Sí hubo, en cambio, un atardecer rojo, que acompañó a los asistentes en la espera.

(Lea aquí Los Guns N’ Roses comieron mondongo)

El concierto empezó puntual. A las 7:45 de la noche Marky Ramone hizo sonar la guitarra. Aún entraba gente a general, con el corazón full: faltaban menos de dos horas para que los Guns se pararan en el escenario, que a veces era azul. Fue preparando el ambiente con las clásicas de Los Ramones, y se escuchó en coro: “Sheena is a punk rocker/ Sheena is a punk rocker now”. Terminaron 8:20.

Los Guns N’ Roses aparecieron a las 9:04. Sonó It’s to easy, y entonces se escucharon las voces de los asistentes, rockeras, felices, eclécticas. Era verdad. Axl y Slash estaban allá en el escenario, como dos punticos con guitarras. El título de la gira, Not in this lifetime, no fue preciso esta vez: Sí fue en esta vida que Medellín los escuchó.

800
personas participaron en el montaje y logística del concierto en Medellín
940
mil pesos costó la boletería más cara del show, $194.000 la más barata.
270
luces robotizadas. Es el equipo de luces más moderno de una gira actual.
90
por ciento es la ocupación de los hoteles de la ciudad por este espectáculo internacional.

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