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Qué es el trap y por qué los reguetoneros lo detestan

  • Maluma es uno de los reguetoneros que se han sumado a la moda del trap. FOTO CORTESÍA
    Maluma es uno de los reguetoneros que se han sumado a la moda del trap. FOTO CORTESÍA
22 de febrero de 2017
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Los oídos menos afinados pueden confundir fácilmente el trap con el reguetón, pero para los amantes del género insignia de Puerto Rico -los puristas del “dembow” y la tiradera- es un insulto que nadie entienda la diferencia.

El trap no es un género nuevo, pero llegó a Latinoamérica hace poco. Nació en el sur de Estados Unidos en la década de los noventa, cuando los raperos de Atlanta empezaron a mezclar los ritmos del hip hop con la música electrónica.

Su nombre proviene de la palabra que usan los estadounidenses para referirse al lugar donde venden drogas ilegales, y de ahí mismo viene el estilo lírico del género: el trap habla de calle, drogas, sexo y violencia, sin censuras ni tapujos.

(Haga clic aquí para leer: Bloguera señala a Maluma de machista y misógino)

Cuando el reguetón estuvo en pleno apogeo, por allá en la década de los 2000, el trap era apenas un género incipiente que se atrevieron a probar, sin mucho éxito, algunos raperos como Yaga & Mackie, De La Ghetto, Arcangel y Randy -de esa unión salió El Pistolón, considerada la primera canción del trap latino-.

Pero desde 2015, tal vez gracias a que el público estaba cansado de escuchar más de lo mismo, el trap empezó una rápida carrera en ascenso de la mano de los artistas que hasta ese momento solo habían hecho reguetón.

Así fue como se montaron al tren del trap los reguetoneros de la vieja guardia -Daddy Yankee, Cosculluela, Ñejo, Farruko, Ñengo Flow y J Balvin- y otros que llevan menos tiempo en la escena de los géneros urbanos, como Maluma, Ozuna, Bryant Myers y Anuel AA -un puertorriqueño que es considerado el máximo exponente del trap y actualmente paga una condena en la cárcel federal de Guaynabo por porte ilegal de armas-.

Y si eso es el trap, ¿entonces qué es el reguetón?

El reguetón nació en Panamá cuando Edgardo Franco -al que seguro todos recordarán como El General- empezó a mezclar el reggae de Jamaica con el rap latino.

El resultado fueron canciones como El meneadito, Muévelo, muévelo y Qué es lo que quiere esa nena, que se convirtieron en la banda sonora de los noventas y aún hoy se escuchan en las discotecas y fiestas después de la media noche.

El productor musical de El General, un visionario llamado Michael Ellis, se dio cuenta de que estaban ante un nuevo género, al que describió como un “reggae muy grande”: un “reguetón”.

(Haga clic aquí para leer: La respuesta de Maluma ante las acusaciones de machismo)

Y aunque el reguetón que se hace hoy suena muy diferente a las divertidas canciones de El General, sigue conservando la misma esencia: “un rap mezclado con sonidos caribeños, con algo de reggae y algo de ragga”, explica Mateo Montaño, o “Granuja”, del dúo de rap Gordo Sarkasmus.

Mientras que el reguetón fue hecho para bailar en las discotecas, el trap “es mucho más lento, un poco más psicodélico. Son sonidos hechos para gente que consume ciertas sustancias y se estimulan con ciertos tipos de sonido”, dice Montaño.

Además, está el asunto del contenido lírico. A pesar de que en sus orígenes el reguetón habló sin pelos en la lengua de sexo y violencia, con el tiempo las letras empezaron a hablar de amor y de otros asuntos moralmente aceptables.

El trap, en cambio, es un “sinvergüenza”. Un claro ejemplo es la canción Cuatro babys, del paisa Maluma, que fue duramente criticada a finales del año por la columnista del Huffington Post Yolanda Reyes, quien lo tildó de “machista y misógino”. Y aunque Maluma se inició en el reguetón, Cuatro babys es un trap en todo su esplendor.

¿Sigue sin entender la diferencia? Escúchelos y juzgue usted mismo:

Por todo esto es que algunos reguetoneros le han hecho el quite al trap y prefieren ser fieles al género nacido en Panamá y criado en Puerto Rico. Es el caso de Don Omar, quien aseguró en una entrevista con Uforia Music que, por amor a su hija de 10 años, “nunca haría trap”.

“Se me hace difícil aceptar que un niño quiera referirse con ese tipo de letras hacia mi hija. Quien busque mi música puede ver que en los últimos 10 años he sido sumamente selectivo con todo lo que sale de mi boca”, explicó el puertorriqueño.

“Yo no estoy en contra del trap, no estoy en contra de ninguno que haga trap, pero pienso que debe arreglarse un poco”, dijo Don Omar a la revista especializada.

Como era de esperarse, a quienes hacen trap no les gustó para nada el comentario del reguetonero, autor de éxitos como Taboo, Hasta Abajo y Cuéntale.

Para Montaño, no tiene sentido que un reguetonero critique el trap. “Sólo si se habla de raíces tal vez sí tenga sentido, porque el reguetón es panameño y puertorriqueño, mientras que el trap es norteamericano. Pero si un reguetonero dice que no quiere hacer trap, es negar la idea misma del reguetón”.

Montaño, experto en géneros urbanos, explica que tanto el reguetón como el trap provienen del rap, pero fueron mezclados con otros ritmos para hacerlos más cercanos a la gente y, por lo tanto, más comerciales.

Ahora bien, se puede decir que el reguetón es un género que ya están inventado mientras que el trap latino “se está haciendo” en este momento.

“Lo que va a pegar en los próximos años es el trap, porque el reguetón está en una especie de estancamiento. El trap es algo así como el “nuevo reguetón”, no por la semejanza del ritmo sino por el boom en el que está”, opina Montaño.

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