Un inventor no tiene que ser un tipo desgreñado, con los ojos desorbitados y distraído, solo porque a Albert Einstein lo representen como a un espantapájaros.
Un inventor puede ser cualquiera de nosotros, sin importar los años que hayamos pasado en la escuela.
En el Parque Explora abrieron un edificio para hacer y para aprender haciendo. Se denomina Exploratorio.
“Es un espacio para la creación —explica Andrés Roldán Giraldo, director Ejecutivo del Parque—. Para que las personas diseñen y piensen cómo se hacen o arreglan las cosas”.
En este lugar se reivindica el coloquial verbo cacharrear, que el diccionario de la Academia define como “intentar arreglar algún aparato o máquina sin ser profesional”.
En el Exploratorio, situado cerca de la estación Universidad del metro, las personas que asistan cuentan con máquinas y herramientas para que hagan sus propios aparatos. O los arreglen.
¿El Exploratorio es un proyecto en el que se valora el empirismo, tan desdeñado en estos tiempos? Le preguntamos a Andrés. Él responde:
“Absolutamente. El empirismo reivindica la experiencia como herramienta principal del trabajo de una persona. Y si a esa experiencia le agregamos una actitud crítica o de cuestionamiento a los artefactos existentes, tenemos a un emprendedor en embrión”.
Y agrega que también se valora la artesanía.
El Director Ejecutivo de Explora señala que no hay razón para que una mamá a quien se le dañe la licuadora no pueda destaparla y aplicarle una soldadura para repararla.
No se trata de una muestra temporal. Es un nueva infraestructura con la cual cuenta la ciudad desde ahora. Está provista de guías permanentes que orientan los trabajos que las personas realicen. Por ella pasarán expertos del país y del exterior, que compartirán sus conocimientos.
“El ánimo de esta nueva propuesta —según Andrés— es fortalecer la cultura de la innovación de la ciudad”.