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80 años de la Pontificia Bolivariana

Fortalecida en su espíritu humanista cristiano, la UPB celebra ocho décadas y proyecta su centenario.

  • La construcción del campus universitario impulsó el desarrollo urbano. FOTO cortesía upb
    La construcción del campus universitario impulsó el desarrollo urbano. FOTO cortesía upb
  • 80 años de la Pontificia Bolivariana
15 de septiembre de 2016
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Con 78 estudiantes, matriculados en la Facultad de derecho, un día como hoy pero 80 años atrás, la Universidad Pontificia Bolivariana abrió sus puertas.

No comenzó como Pontificia. Eso vendría unos años después. Pero desde el principio, como parte de sus valores fundacionales, el humanismo cristiano sí era uno de los pilares.

Nombres como los de Alfredo Cock, Guillermo Jaramillo Barrientos, Cayetano Betancur, José María Bernal y el de monseñor Félix Henao Botero se dieron a la tarea de emprender un nuevo proyecto de educación superior en la Medellín de 1936.

Alumnos y profesores de la Facultad de derecho de la Universidad de Antioquia daban vida a esta iniciativa para ampliar el horizonte educativo en la ciudad.

Fue así como el 15 de septiembre, un decreto de monseñor Tiberio de Jesús Salazar y Herrera, arzobispo de Medellín, dio vía libre a la Universidad Católica Bolivariana.

Etapas de su desarrollo

En esta primera etapa de la universidad- explica su actual rector, el presbítero Julio Jairo Ceballos Sepúlveda,- con la guía del entonces rector Manuel José Sierra, se dieron los fundamentos para el desarrollo del centro académico a partir de la Facultad de derecho. Un par de años más tarde nace la Facultad de ingeniería química, el proyecto para la Escuela de medicina, y la creación del colegio, llamado entonces preparatoria.

En 1941, uno de sus fundadores y profesor de filosofía, Félix Henao Botero, asume como segundo rector, cargo que ocupa por 33 años. Es en este período que la universidad recibe el título de Pontificia por parte del Papa Pío XII. Ya sí comienza a conocerse como la UPB, Universidad Pontificia Bolivariana.

Un período en el que se avanza en la formación de facultades en distintos campos de la ingeniería, también dan sus primeros pasos los estudios en diseño y arquitectura, la comunicación social y el trabajo social, además de las facultades de teología y educación.

Luego de este largo período de más de tres décadas, la Universidad emprende unos caminos de transición. Monseñor Luis Alfonso Londoño Bernal, quien estuvo al frente de la rectoría por cinco años, y monseñor Eugenio Restrepo Uribe, quien lo sucedió, consolidan los programas creados, desarrollan algunos nuevos y le dan fortaleza económica y administrativa a la UPB, además de los desarrollos de la infraestructura de su campus de Laureles.

Pero la Pontificia comienza a mirar hacia otros escenarios para ampliar su cobertura, y a finales de la década del 80 y durante toda la década de los 90 desarrolla un proceso de expansión a través de la creación de seccionales de la universidad en Bucaramanga, Montería y Palmira, un trabajo adelantado por su rector Darío Múnera Vélez

Desarrolla la creación de la biblioteca central, para reunir en un sitio moderno y adecuado el conocimiento que estaba distribuido en pequeñas bibliotecas en cada una de las facultades.

Con una universidad fortalecida en lo académico y la infraestructura, el reto era ahora lograr el proceso de acreditación institucional. Es así como monseñor Gonzalo Restrepo inicia el proceso de preparación en todos los ámbitos de la universidad para lograr este propósito.

Esta acreditación se alcanza durante la rectoría de monseñor Luis Fernando Rodríguez y comienza también el proceso de la acreditación por programas. Un lapso que además marca el desarrollo de nuevos programas, en especial en las áreas de posgrado.

Investigación el futuro

Como centro de educación superior, la Universidad Pontificia Bolivariana también ha enfocado parte de su esfuerzo al desarrollo de procesos de investigación que fortalezcan las competencias y el proceso de aprendizaje en las diferentes áreas.

Anota el presbítero Julio Jairo Ceballos que la UPB ha definido 5 focos en los cuales concentra el trabajo de sus investigadores.

Estos son: energía, salud, TICs, agua-territorio y alimentación, y cultura y humanización como un énfasis que es transversal a todos los otros.

“Estos son los focos que recogen los intereses fundamentales de las áreas de conocimiento de la Universidad, ahí se articulan los distintos saberes”, plantea el directivo.

Explica el rector que a través de los grupos de investigación, que suman 103, la Bolivariana participa en proyectos conjuntos con Colciencias, también desarrolla proyectos en colaboración con empresas del sector privado y a través de alianzas como el programa Universidad-Empresa-Estado.

Además aprovecha los ecosistemas de innovación como Ruta N para desarrollar sus iniciativas.

“Los grupos asimilados a sus escuelas también hacen sus propuestas de profundización o investigación aplicada”.

Para ello cuenta con el Cidi, el centro para la investigación, desarrollo, transferencia e innovación, y a través del cual se coordinan los procesos y los contactos para el desarrollo de cada una de las iniciativas.

Y los frutos de este enfoque orientado a fomentar y fortalecer la investigación desde las aulas y laboratorios de la universidad son concretos.

Hoy la Universidad Pontificia Bolivariana tiene ya 9 patentes derivadas de sus investigaciones en diversos campos. El paso siguiente, cuenta su rector, es lograr que el sector privado, las empresas, se interesen en desarrollar estas patentes desde el punto de vista comercial.

Referente de urbanismo

El desarrollo del campus universitario de la UPB fue un hito desde el punto de vista del diseño urbano de la creciente Medellín del momento.

Este campus se desarrolló en los terrenos de hacienda llamada Palestina. Tierras que iban desde el sector de lo que se conoce hoy como la calle San Juan, hasta también la zona de Bulerías.

En metros, la compra fue de unos 450 mil metros cuadrados, cuenta el padre Ceballos, y que en varas, como se medía en esas primeras décadas del siglo XX, podría ser cercano al millón.

“Lo compraron con el objetivo de urbanizar, para que con lo que se urbanizara se pudiera construir el campus universitario”.

Esa zona de la ciudad, que también se conocía como Otrabanda, ubicada en la ribera occidental del río Medellín, era todavía muy despoblada.

Se abrió un concurso para el desarrollo urbanístico de la zona y se lo ganaron Pedro Nel Gómez y Horacio Longas, basados en un proyecto radial, como el diseño de la ciudad de París, con centro en el campus universitario.

“La universidad se convirtió en referencia para el desarrollo del barrio”.

Hoy, 80 años después, quizá la idea del barrio alrededor de la universidad no se completó como querían Pedro Nel y Horacio, pero no se puede discutir que gran parte de la vida académica, de investigación y cultura de Medellín sí gira en torno a la UPB.

104
mil egresados completa la Universidad Pontificia Bolivariana en sus 80 años de labor académica.
42
pregrados, 103 especializaciones, 49 maestrías, 9 doctorados y 25 especializaciones quirúrgicas hacen parte de su oferta.
1396
jóvenes del programa Ser Pilo Paga ha recibido la Universidad entre 2015 y 2016.
Infográfico
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