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Un día después del anuncio de su salida de Atlético Nacional, el entrenador vallecaucano Reinaldo Rueda decidió desahogarse y reveló las verdaderas razones que lo hicieron dimitir de su cargo tras dos años de trabajo y seis títulos con la escuadra paisa.
Rueda dejó claro que no quería irse de Nacional, pero tenía que hacerlo para evitar conflictos en el futuro que deterioraran su relación con el club y los hinchas.
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“Yo quería seguir, de Nacional uno no se quiere ir nunca y más después del voto de confianza que nos dieron, pero las condiciones van cambiando (...) fue una decisión muy, muy difícil, pero en algún momento pensé que era lo oportuno”, contó el entrenador en el programa Palabras Mayores de Antena 2.
El estratega también manifestó que a su regreso de la incapacidad por la cirugía de cadera que se practicó en enero, encontró un ambiente diferente en el equipo que había dejado tras el Mundial de Clubes en Japón, situación que generó un choque de conceptos con asesores del club tras la apertura del centro de alto rendimiento en la sede deportiva de Guarne.
“El error mío fue haber aceptado esa generosidad del doctor Ardila de seguir después de la cirugía, porque el hecho de no estar presente dio margen para que ocurrieran muchas cosas. Esos primeros días después de mi regreso y el no despegar del equipo en Copa Libertadores me hicieron pensar que yo estaba aburriendo a la gente y fue difícil retomar”, explicó.
Al ser consultado del por qué no se marchó tras el Mundial de clubes cuando expiraba su contrato, Rueda indicó que aceptó quedarse, a pesar de tener que estar ausente por su incapacidad, porque pensó que era una situación que se podía manejar con la infraestructura y logística del club, pero se salió de control porque se impusieron modelos de trabajo que no estaba acostumbrado a manejar con su cuerpo técnico.
“Yo no quería dejar de ser yo con este equipo porque no quería entrar a otro plano que no es lo mío, de chocar en temas conceptuales y con la metodología que nos estaba dando resultados”, dijo el estratega, que con su adiós también dejó abierta la puerta para regresar en el futuro al equipo con el que alcanzó la cúspide de su carrera.