Se necesitan varias tazas de café al hablar con Iván Darío Echeverri sobre la evolución del ciclomontañismo en Antioquia y Colombia.
El director de esta disciplina en el Clásico EL COLOMBIANO y de la Corporación Correcaminos, parece una caja de música cuando se refiere a esta práctica en la que el país viene pisando fuerte.
“Desde principios de los años 90 se ha escrito una bella historia en esta disciplina”, dice el dirigente, al recordar que una de las primeras competencias que se realizó en territorio paisa fue el Cruce de Versalles, entre ese corregimiento de Santa Bárbara y El Retiro, con la presencia de pilotos de diferentes regiones.
“Era novedoso ver bicicletas con llantas anchas, tuberías gruesas y muy pesadas, estábamos acostumbrados a observar solo las de ruta”.
Indica que, en principio, solo lo practicaban pilotos de los estratos 5 y 6, y que los vehículos de montaña, que eran caros, había que traerlos de otros países.
Ya en 1993 se empezaron a fabricar en Colombia, y aunque no tenían la resistencia que se requería, se popularizó la especialidad. “En 1994, por ocho departamentos, se realizó la primera Copa Nacional, patrocinada por Yarley Gold, y dos años más tarde, en Antioquia, tuvimos la primera prueba internacional con el Latinoamericano, en el que John Jairo Botero fue segundo”.
No olvida que a partir de ese momento se empezaron a perfilar corredores como Jhon Arias, Santiago Botero, Gustavo Peláez, entre otros.
“La afición siguió creciendo y con ello la conformación de equipos y clubes. Pero en 2000, al pasar esta modalidad a estratos socio económicos más bajos, hubo transformación y más deportistas dieron más alegrías”.
Según Echeverri, esto se ha dado gracias a la constancia, disciplina y ganas de los ciclomontañistas para salir adelante, el apoyo de padres y diferentes entidades.
Agrega que la organización de eventos a nivel municipal, departamental y nacional ha sido determinante, y señala que el Clásico EL COLOMBIANO, que lleva 17 ediciones realizando el torneo de cross country, es, junto a otros, un impulsor de grandes promesas de este deporte. “Ha sido vital, porque en él compiten niños desde los ocho años de edad y tienen la posibilidad de interactuar con sus ídolos”.
“A través de este tiempo, Colombia ha sacado campeones panamericanos, de copas mundo, de Olímpicos de la Juventud, como Jhonatan Botero, quien además fue 5° en Río-2016. Estamos seguros de que estos resultados servirán de motivación para sacar nuevos campeones, por eso la importancia de certámenes como el Clásico, que promueven la práctica deportiva”.