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Mide 1.81 metros, una estatura que lo hace ver como un gigante pues apenas tiene 14 años de edad. Julián Andrés Arroyo nació en Carepa, en el Urabá antioqueño, y con semejante porte bien podría ser un baloncestista. Pero no, se inclinó por el voleibol y hoy es una de las atracciones en la final de los Juegos Supérate que no es más que “el examen final deportivo” de los estudiantes colombianos.
Al ingresar al coliseo de la Universidad del Quindío en Armenia, donde recientemente se jugó el regional del Eje Cafetero de esta disciplina, las miradas se detenían en este joven de tez morena porque, además, lucía una fortaleza singular al definir puntos desde la red (“clavada”) como parte del equipo del colegio Luis Carlos Galán Sarmiento de Carepa, en el que cursa noveno grado.
Él hace parte de los 8.950 estudiantes, de colegios públicos y privados interesados en poner a prueba a sus mejores deportistas, que intervendrán en la etapa final Supérate a cumplirse, desde hoy, en el Valle del Cauca. Y aunque esta es la quinta edición, las justas comenzaron con el nombre de Intercolegiados en 1979 con tres deportes (ajedrez, baloncesto y voleibol).
Para llegar hasta acá, debió superar, como la mayoría de aspirantes cada una de las fases del torneo en el que inicialmente se inscribieron 3 millones 781.704 jóvenes de todo el país hasta llegar en calidad de campeones regionales.
Julián Andrés vive con sus padres y sus cinco hermanos y juega voleibol por la insistencia de su profesora de Educación Física. “Me mostraba videos, pero no me gustaban; sin embargo, ella me animó a probarme. Lo hice y me encantó”, comenta Julián Andrés, uno de los 8.950 deportistas escolares que empiezan a hacer hoy la última tarea del año: consagrarse en los Juegos cuya fase definitiva (categorías A -jóvenes de hasta 15 años- y B -hasta los 18-) se disputa en Cali, Palmira y Buga.
Algo interesante es que, a diferencia del diploma que se les otorga a los estudiantes cuando culminan el bachillerato, los Supérate brindan como premio a quienes terminen ese grado y sean campeones un gran bono: una beca de 40 millones para estudio universitario.
Para los escolares, este certamen es importante porque les sirve de plataforma para otros grandes eventos y porque de aquí han salido deportistas que, con el tiempo, se convierten en atletas de élite. Caterine Ibargüen, Diana Rivas, Muriel Coneo, Ubaldina Valoyes, Eliceth Palacios, Francisco Mosquera, Jacqueline Heredia, Sergio Luis Henao, Iván Ramiro Córdoba y hasta el actual arquero de la Selección Colombia, David Ospina, son ejemplo de ese grupo que ha surgido de los torneos estudiantiles.
En la final intervendrán atletas de seis regionales y es la primera vez que la final se descentraliza, pues las anteriores fueron en Bogotá.
Ahora Julián Andrés es uno de los líderes de su equipo por su buen juego y capacidad para guiar. Sueña con llegar a una Selección Antioquia y defender los colores de Colombia en torneos internacionales, tal como lo hace Yeni Sinisterra, joven pesista que surgió de estos Juegos tres años atrás y hoy ya puede contar con que es campeona mundial juvenil.
En Bangkok, donde el año pasado se cumplió el Mundial juvenil de pesas, Yenny Sinisterra fue figura central, consiguiendo medalla de oro para el país en la modalidad del arranque (levantada de la barra de un solo tirón) de la categoría de los 53 kilogramos.
“Me siento orgullosa de haber salido de los Juegos Supérate, que es el primer objetivo de todo estudiante. Todos los que hemos competido en ellos sabemos que ganar allí es la plataforma para seguir rumbo al deporte de alto nivel”, cuenta ella, oriunda de Chocó y afincada en Bogotá.
“Al principio pensábamos en conocer otras ciudades y hacer amigos; pero luego de participar en estas justas nos hacemos a la idea de seguir en el deporte pero ya con otras expectativas más grandes”, agrega esta joya del deporte nacional.
Porrismo, natación, voleibol, fútbol, boxeo, tenis de mesa, lucha, actividades subacuáticas, balonmano, esgrima, patinaje, taekwondo, rugby, baloncesto, boccia, ajedrez, ciclismo, BMX, karate, triatlón, pesas, tejo, judo, gimnasia artística y tenis de campo tendrán sus torneos.
Palmira albergará 18 disciplinas, 14 se harán en Cali, una en Jamundí y otra en Buga.
El año pasado, Valle fue campeón con 232 medallas, Bogotá quedó en el segundo puesto con 208 y Antioquia, tercero con 201.
En esta ocasión los ganadores en la categoría prejuvenil (A) representarán al país en los Juegos Suramericanos Escolares de Cochabamba Bolivia (diciembre); y los campeones juveniles, en los Centroamericanos del Estado Vargas, Venezuela (noviembre de este año).
“Es importante resaltar que todos los ganadores de la final, los colegios y sus entrenadores reciben incentivos deportivos y tecnológicos y los deportistas que se cuelguen el oro, cursando el grado 11, se harán acreedores a un crédito condonable de 40 millones de pesos para estudiar la carrera que escojan y en la universidad que elijan”, manifestó Carlos Felipe López, gerente de Indervalle.
En esta edición, hay nuevas disciplinas: actividades subacuáticas (natación con aletas), bicicrós, boxeo, esgrima y tejo (todas en el deporte convencional), y boccia (para personas en condición de discapacidad).
En los juegos Supérate no solo cuenta el deporte, la idea de que los participantes cristalicen sus proyectos profesionales. “Muchos jóvenes llegarán al alto rendimiento, otros continuarán sus carreras fuera del deporte, pero es un orgullo ver a todos estos muchachos compitiendo y la forma como se exigen, eso genera satisfacción”, manifestó Afranio Restrepo, subdirector de Coldeportes.
Para la directora de Coldeportes, Clara Luz Roldán, el objetivo es contribuir a la formación integral de los estudiantes con la práctica del deporte en los colegios. ¡Esa es la tarea! .