Luego de sus sorpresivas eliminaciones en los cuartos de final de la Liga Águila-2, tanto Atlético Nacional como Atlético Junior tendrán pérdidas económicas, pues dejarán de generar una suma de al menos $65.500 millones pues se quedaron sin la posibilidad de disputar los partidos correspondientes a la semifinal y final.
Dicho monto sale de consultar los precios de boletería, las expectativas de venta del comercio en Medellín y Barranquilla y los derechos de transmisión de televisión.
La boletería es uno de los factores más afectados para ambos equipos, pues, luego del Estadio Palmaseca de Palmira, el Metropolitano de Barranquilla y el Atanasio Girardot de Medellín son los de mayor aforo en el país con una capacidad de 46.692 y 44.412, respectivamente.
En ese sentido, el equipo barranquillero es el que se verá más afectado, pues casi el 50 por ciento de sus abonos para este semestre ya estaban vendidos, mientras que la hinchada antioqueña tenía comprado menos de 40 por ciento de sus abonos.
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“Durante el segundo semestre la asistencia de público bajó casi 50 por ciento, pasamos de 32.000 espectadores a 15.000 por partido”, manifestó Andrés Botero, presidente de Nacional.
Y es que cada vez que equipos como Nacional o Junior juegan de locales “el ingreso por boletería puede significar entre $2.000 y $4.000 millones”, dijo el presidente de Index Costumer Value, Juan Pablo Granada.
Además, los clubes dejarán de recibir la suma correspondiente a los derechos televisivos para la transmisión de sus partidos como local, cifra que rodea los $250 millones al mes.
“Aunque la suma es igual para todos los equipos, sin duda, la transmisión de un partido de estos equipos representa un movimiento mucho mayor al comercio, pues es mucha la cantidad de personas que se reúnen a verlos”, agregó Granada.
En términos de consumo, Sergio Soto, director de Fenalco Antioquia dijo que “dejar de disputar una semifinal y una final en términos de ingresos económicos al comercio local puede significarle pérdidas por hasta $60.000 millones, teniendo en cuenta que se verían afectados bares, restaurantes, centros comerciales, supermercados e incluso hoteles, pues hay hinchas de otras ciudades que llegan a la ciudad a ver el partido”.
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Otro de los factores a tener en cuenta tras la eliminación de estos dos equipos es el pago a los jugadores, que pese a no disputar más partidos este año, la institución debe seguir pagándoles su sueldo hasta que finalice la temporada.
Actualmente Junior tiene la nómina más costosa del país con un valor de $30,1 millones de dólares tras el contrato de Yimmi Chará por US$4,5 millones y el de Teófilo Gutiérrez por US$2,5 millones, mientras que Nacional es el tercer equipo más caro con un costo de US$26,8 millones.
Finalmente Postobón y Pastas La Muñeca, patrocinadores, también dejan de percibir el reconocimiento de marca al no aparecer en estos partidos.
Ingresos en copas internacionales
Aunque las pérdidas por la eliminación de la Liga Águila-2 tendrán un fuerte impacto en las dos instituciones deportivas, en 2018 podrán recuperarse gracias a su participación en certámenes internacionales.
Nacional regresa a la Copa Libertadores, mientras que Junior disputará la Copa Sudamericana -en la que este año fue semifinalista-, certámenes que por cada partido como local le otorga a cada equipo US$250.000, con lo cual ambas plantillas ya tienen asegurados US$750.000 para la próxima temporada solo por disputar los tres partidos de la fase de grupos de cada competición.