<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Lagoueyte, autor de La Chaua, es una cajita de música

Vivencias del emblemático preparador físico de las selecciones de Antioquia.

  • Ricardo Lagoueyte, en la actualidad y en diferentes etapas, cuando recorrió los campos de fútbol celebrando triunfos con los seleccionados de Antioquia.FOTOs Edwin Bustamante
    Ricardo Lagoueyte, en la actualidad y en diferentes etapas, cuando recorrió los campos de fútbol celebrando triunfos con los seleccionados de Antioquia.FOTOs Edwin Bustamante
  • Lagoueyte, autor de La Chaua, es una cajita de música
16 de agosto de 2015
bookmark

Sentado en una confortable silla en su apartamento, Ricardo Lagoueyte disfruta del deporte, así sea por televisión. Acaba de cumplir 87 años y la actividad física aún ocupa la mayor parte del tiempo de este emblemático personaje que forjó una rica historia en el fútbol aficionado.

El menor de ocho hermanos del matrimonio que conformaron el francés Amadeo Lagoueyte y la antioqueña Ángela María García, nacido en Medellín y criado en El Palo con Miranda, fue el inspirador de La Chaua, la canción de batalla de los futbolistas paisas y ahora convertida en himno en las otras disciplinas.

Desde el piso 17 señala con orgullo la piscina donde diariamente realiza 30 ó 40 minutos de ejercicio, un tiempo corto en comparación con el que empleaba en sus años mozos para recorrer a diario 3,5 kilómetros de marcha y luego, tras una ducha, un kilómetro en el agua.

De inmediato viene a su mente el recuerdo de la piscina escuela de la unidad deportiva Atanasio Girardot, que desapareció con la remodelación de cara a los Juegos Suramericanos de 2010. “Eso ya es una selva de cemento”, reniega, al tiempo que lamenta la suerte que sufrieron los 24 palos de mango, los 6 de limones, 5 de aguacate y 3 de mandarina que él sembró allí y que ya daban frutos.

Despierto y alegre

La memoria está intacta en este hombre que a cada anécdota le pone las fechas y los protagonistas precisos, y les añade humor. Para reírse de sí mismo, dice que cuando él nació el papá le dijo a doña Ángela: mija, como que el niño se fue y nos dejó la cigüeña”.

Todos esos apuntes jocosos los dejó escritos en tres libros de bolsillo que le ayudó a editar la Liga Antioqueña de Fútbol y que tituló: Profe I, II y III, humo, humor y más humos. En uno de ellos aparece en la foto con el comediante Carlos Mario Aguirre.

Ricardo conserva la barba blanca, no tan abundante como antes que lo hacía ver como un Papá Noel, pero sí con el mismo corte que lo volvió famoso cuando, de casco blanco, transitaba la ciudad en su lambretta con alguno de los muchachos de la Selección Antioquia que no tenía pasajes para regresar a casa después de los entrenamientos.

Uno de los que más repetía “palomita” hacia el barrio Castilla era René Higuita, que años después y en gratitud con el profe Lagoueyte, le regaló una moto moderna que, infortunadamente, luego le robaron.

Aunque practicó voleibol, atletismo y polo acuático, del que evoca los clásicos Antioquia-Valle “que terminaban con el agua roja (sangre) por la intensidad con que se jugaba”, el fútbol le ofreció sus mejores momentos como preparador físico y fundamentador.

De todo ese tiempo de vinculación con la Liga Antioqueña de Fútbol, donde dice que el finado Arturo Bustamante solo le daba para la gasolina de la moto, abundan la historias. Unas ya conocidas como aquella que da cuenta de las habilidades de Higuita para atrapar un loro y otras inéditas como las veces que en el mismo camerino del estadio Cincuentenario vio llorar a Andrés Escobar e Iván Ramiro Córdoba, en instantes de incertidumbre de sus inicios.

Como un padre los animó, les dio consejos y con el tiempo y sus triunfos ambos comprobaron que Lagoueyte tenía razón.

El profesor Ricardo, cuyos cuatro hijos y primera esposa viven en E.U., sigue recopilando historias de una rica carrera que le reportó lágrimas y alegrías, pero en la que encontró su mayor felicidad, la que se dibuja en su rostro blanco y ojos claros.

Te puede interesar

El empleo que busca está a un clic

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD