El Etihad Stadium se tiñó de azul y blanco para recibir la primera semifinal de Champions League de su historia. El novato Manchester City enfrentaba al multicampeón Real Madrid. Todo apuntaba a un gran duelo, pero el juego y resultado marcaron un panorama diferente.
El 0-0 del final reflejó un partido de pocas emociones y muy cortado en el mediocampo. Al conjunto blanco le faltó su máxima figura, Cristiano Ronaldo, porque lo reservaron por un problema muscular y se quedó sin Karim Benzemá para la parte complementaria, por una lesión.
Fue el segundo empate en el historia de tres duelos entre ambos conjuntos. El otro lo ganó el Real Madrid. De todas maneras, por antecedentes, este resultado favorece al elenco merengue que, de las ocho eliminatorias que empató 0-0 como visitante, triunfó en siete (solo perdió en 1991 ante el Spartak de Moscú).
Los ingleses, por su parte, nunca han superado una serie de eliminación directa en la que han empatado el primer partido (jugaron 5).
La vuelta del miercóles entrante (1:45 p.m.) definirá en campo del Real quien pasa a la final prevista para el 28 de mayo en Milán.