Parecían inmortales, incombustibles. Sin embargo, el tiempo también los alcanzó.
Sir Alex Ferguson, extécnico del Manchester United, y Arsene Wegner, orientador del Arsenal, encarnaron durante décadas los valores de un fútbol que es ajeno a esta época.
Ferguson, quien entró de urgencia el sábado a un hospital por un derrame cerebral, y Wegner, a quien el peso de los fracasos recientes lo obligó a dimitir en su cargo, representan el ocaso de una forma de de vivir este deporte que tuvo que dar paso a un fútbol caótico, itinerante e instrumental.
La noticia de la enfermedad de Ferguson ha conmocionado a un país que tenía sobre él la imagen de “un hombre que parecía indestructible, imbatible, un elemento perenne de nuestro paisaje futbolístico”, escribió el Telegraph.
La operación cogió a todo el mundo por sorpresa. Sir Alex parecía gozar de salud el pasado domingo en Old Trafford cuando apareció para rendir homenaje a uno de sus grandes rivales, Arsene Wenger, en la última visita del francés como entrenador del Arsenal tras 22 temporadas al frente de los ‘Gunners’.
Los dos legendarios entrenadores, grandes rivales hasta el retiro de Ferguson en 2013, intercambiaron algunas palabras antes de que el escocés, con 13 títulos de Premier League, ofreciese un trofeo de plata al francés.
El hombre conocido durante su carrera por sus declaraciones explosivas, cambió a partir de su retirada y se construyó la reputación de persona afable, que apreciaba pasar su tiempo libre en su pueblo de Cheshire tras 26 años en el banquillo de Old Trafford.
Y mientras Gran Bretaña sigue en vilo por la salud del escocés, Wegner tuvo su última función en el estadio del Arsenal, en el que recibió un homenaje en el juego entre su equipo y el Burnley, en el cual se distribuyeron miles de camisetas con la mención “Merci Arsène” (Gracias Arsene) a los espectadores.
“Esperaba que el día estuviera dominado por la tristeza”, escribió Wenger en el programa de su último partido en casa con los ‘Gunners’ después de dos décadas en el banquillo. “Es el final de una larga historia para mí en el Arsenal, pero agradezco mucho haber dirigido este club, al que quiero desde hace mucho tiempo”, apuntó.
Ferguson duró 27 años al frente del United, Wegner estuvo 22 años en el banquillo del Arsenal.
Su estabilidad, el sentido de lealtad, honor y la forma de garantizar un ritmo diferente en medio de la urgencia que siempre parece dominar el fútbol, se marchan con ellos .
