De manera invicta como hace cuatro años y bien lejos para que tenga mayor resonancia, la Selección de Colombia se clasificó ayer para su quinta final en un Mundial de fútbol de salón.
Bielorrusia, donde el azúcar la sacan de la remolacha blanca, los suizos hacen trenes rápidos y aún quedan huellas de la ex Unión Soviética, ha sido testigo de la jerarquía que ha mostrado el quinteto nacional al defender con creces su condición de campeón.
Sin importar la diferencia horaria (8 más acá) y si que menos la dificultad del idioma, pero motivados por el modernismo del coliseo Arena Minks, los integrantes del conjunto nacional se aseguraron en la última fase al golear 6-0 a Bélgica, la revelación.
“Llegamos acá dispuestos a defender el título logrado en 2011 y con la ilusión de ajustar la tercera corona y gracias a Dios, con el buen trabajo que hacemos y la evolución del fútbol de salón que hay en el país con la Copa Profesional estamos a un partido de conseguirlo”, fue la declaración del antioqueño Jorge Cuervo, quien fue el autor de dos goles ayer en Minks (9’ y 14’)
Las otras anotaciones fueron de Camilo Gómez (3’ y 28’), John Pinilla (8’) y Diego Abril (30’). Y con ellas Colombia completó cinco triunfos, llegó a 30 tantos (seis por encuentro), completó su segunda final consecutiva con el entrenador Jaime Cuervo y se puso a una victoria de igualar a Paraguay en el tablero de más ganadores en la historia del microfútbol que nació en Uruguay en 1930 y hoy conquista a Europa.
Su rival en la definición del título de la edición 11 del campeonato será Paraguay (superó 2-1 a Argentina), el mismo al que le ganó 8-2 la medalla de oro hace cuatro años en Bogotá, aunque ahora tiene una generación liderada por Darío Herrera (hizo los goles ayer)
Consciente de que “la historia será diferente, porque el adversario juega bien y la final será a muerte”, John Pinilla destacó el trabajo colectivo y “el ambiente familiar que vivimos” y espera que a las 1:00 p.m. del día Colombia ratifique que “el fútbol de salón ha crecido en el país” con una nueva corona Mundial, esa que solo alcanzan los mejores.
