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La Copa Libertadores de este año cerrará un ciclo para abrir uno nuevo en la próxima edición.
Luego de varios meses de rumores, este viernes la Conmebol confirmó la noticia de que a partir de 2019 el torneo de clubes más importante del continente se definirá con una final en campo neutral, dejando atrás las tradiciones finales de ida y vuelta en los estadios de los finalistas.
“Más que un partido, este será un gran evento deportivo, cultural y turístico que traerá grandes beneficios para el fútbol sudamericano, sus clubes y sus aficionados. Esta emocionante contienda ofrecerá un espectáculo deportivo de clase mundial y una mejor experiencia en casa y en el estadio”, expresó mediante un comunicado la Conmebol.
El ente rector del fútbol sudamericano señaló además que la medida se toma con el propósito de ofrecer mayores ingresos económicos a los equipos finalistas, que recibirán en 2019 dos millones de dólares adicionales según el incremento de premios con base a los que se pagarán a los finalistas este año, estipulados en 6 millones de dólares para el campeón y 3 millones para el subcampeón.
Además, los finalistas recibirán cada uno el 25% de la boletería que se recaude en la final.
La medida, polémica entre un sector de la afición del fútbol sudamericano, era una decisión inminente desde el año pasado cuando el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, expuso las bondades de este modelo en la pasada asamblea de la organización y recibió el beneplácito por parte de la misma.
Así pues, a la espera de que se defina cuál ciudad albergará la final neutral de la Libertadores, los aficionados tendrán que hacerse a la idea de seguir el ejemplo de los hinchas en Europa, que viajan cientos de kilómetros para estar cerca de sus equipos y poder celebrar el máximo título continental, en tierra ajena.