El estreno en Sudamérica del sistema de videoarbitraje (VAR) no dejó indiferente a nadie. Su debut, nada menos que en las semifinales de la Copa Libertadores, estuvo acompañado de polémica tras resultar clave en la clasificación de Lanús a la última instancia de la máxima competición continental.
Y es que River Plate puso el grito en el cielo por sentirse perjudicado en varios errores tras caer eliminado 4-2 ante el club compatriota a causa de un penal señalado por televisión.
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Al árbitro colombiano Wilmar Roldán se le vio incómodo el martes ante el hecho de acudir a un sistema demasiado nuevo. Al DT riverplatense, Marcelo Gallardo, le pareció que “si los conejitos de Indias éramos los de este lado de Sudamérica, hoy (martes) les salió muy mal”.
Los ‘granates’ habían perdido el partido de ida 1-0 cuando el VAR se usó por primera vez. Ahora jugarán la final con el vencedor de la llave del brasileño Gremio con el ecuatoriano Barcelona.
River protestó enérgicamente porque el VAR no se empleó en el primer tiempo en una acción donde hubo una presunta mano de Iván Marcone en el área de Lanús que Roldán no cobró como penal.
Visiblemente molesto, en ese momento se vio a Marcelo Gallardo reclamar a uno de los asistentes por la imposibilidad de recurrir al video.
En el primer minuto del segundo tiempo, Lanús empató con gol de José Sand. Allí sí Roldán usó el VAR por primera vez para corroborar la posición en la que estaba ubicado el delantero, y al ratificar que estaba habilitado validó el 2-2 transitorio.
Ya con el resultado 3-2 para el local, el árbitro colombiano soportó las airadas protestas de los jugadores de Lanús, y tras consultar con los encargados del VAR, pidió otra vez asistencia.
Al borde del campo de juego, observó la jugada por la que enmendó su fallo inicial y cobró el penal de Montiel a Nicolás Pasquini, que Alejandro Silva anotó para el 4-2 definitivo.