Los triunfos de Chile ante Perú (2-1) y de Paraguay contra Argentina (0-1) apretaron la tabla de posiciones de la Eliminatoria suramericana rumbo a Rusia-2018. El único que sacó provecho de estos resultados fue Brasil, que venció 2-0 a Venezuela y se posicionó como líder con 21 unidades, a seis del sexto, el seleccionado guaraní. Pero, entre el tercero -Ecuador, con 17 puntos- y el séptimo -Chile- hay una diferencia de tres unidades, por lo que la fecha 11, a jugarse el próximo 10 de noviembre, resultará fundamental para quienes quieran el boleto al Mundial.
Por ejemplo, el juego que enfrentará a Colombia y al último campeón de América en Barranquilla definirá buena parte del futuro de ambos seleccionados porque solo los separan tres puntos. Y es que en las filas de José Pekerman, por más que parezcan buenos los resultados obtenidos en esta doble fecha que pasó, hay insatisfacción porque saben de las estrechas diferencias en la tabla. “Las frías matemáticas no dirían que son malos los cuatro puntos, yo igual estoy dolido porque siento que era un partido que queríamos ganar, hicimos todo lo posible mostrando que podíamos haber ganado”, declaró el entrenador argentino ayer, tras el 2-2 con Uruguay.
Otro juego atractivo, y que puede potenciar al ganador de esa contienda, será el Brasil-Argentina de Belo Horizonte. Es una ocasión especial porque, esta vez, no son ambos los que pelean la punta: Brasil, en caso de ganar, se acerca al objetivo, mientras que Argentina es 5° (16 pts) y llega urgida de resultados a este gran clásico. “Confío a muerte en estos jugadores porque el dolor que hay en el vestuario me hace pensar que podemos arreglar las cosas”, dijo el técnico de los gauchos, Edgardo Bauza, cuya continuidad depende de este juego y el que tendrá ante la selección cafetera el 15 de noviembre.
Uruguay y Ecuador sostendrán otro duelo vital para cuestiones clasificatorias. Los charrúas, inspirados por sacar su primer empate en Barranquilla, aventajan a los ecuatorianos por tres unidades, por lo que buscarán el triunfo en Montevideo. Paraguay-Perú serviría para que los guaraníes sigan vigentes en la conversación mundialista y el Venezuela-Bolivia será un encuentro por el honor y la lucha por salir del fondo de la tabla.