Por quinta ocasión el Medellín frustró su intento de remontar en una final del fútbol colombiano, a pesar de brindarse en la cancha y ganarle por 3-1 al Junior en el Atanasio Girardot.
El de este domingo, Día de los Aguinaldos, los aficionados escarlatas (se sobraron en respaldo) se quedaron esperando el premio completo. La victoria no supo a nada.
Al Poderoso, que pagó caro las desconcentraciones en el partido de ida en Barranquilla y el parpadeo de ayer que terminó en el gol del antioqueño Yony González, quien creció en el barrio Belencito, le faltó ese plus necesario para redondear la campaña ante un rival que se notó temeroso.
El gran pecado del Poderoso en el torneo fue su defensa: la tercera más vulnerada con 54 goles en contra, después de Boyacá Chicó que descendió (60) y Alianza Petrolera (59).
El primer lugar en la reclasificación (86), tabla en la que se suman los dos campeonatos del año, es el consuelo para el DIM. Esta vez Junior impidió la fiesta, como lo hicieron América en 2008-2, Santa Fe en 2014-2 y Cali en 2015-1.
DAVID GONZÁLEZ NO LOS PODÍA SALVAR SIEMPRE
1. La zaga que no se afianzó en el campeonato
La zona defensiva del DIM mostró de nuevo falencias, como sucedió en la temporada, por lo que siempre se pidieron refuerzos. Ayer, en una de las pocas llegadas de Junior, González marcó el gol que revivió a su elenco. David González no podía salvar siempre.
2. Inexperiencia de varios jugadores
El Medellín encontró, a lo largo de la competencia, jugadores jóvenes que muchas veces lo sacó de apuros. Pero en las fases finales estos sintieron esa falta de roce a la hora de definir un título, como se apreció. Entre ellos, Bryan Castrillón y Larry Angulo.
3. En la despensa había pocas alternativas
Aunque tienen más recorrido en el fútbol profesional, Jean Carlos Blanco ni Yulián Anchico fueron solución en este partido de vuelta. Ya había entrado Ever Valencia que poco había actuado en el torneo y que ingresó por Leonardo Castro, lesionado.
4. El aguante del tiburón para dar el zarpazo
Junior sacó barato su planteamiento conservador, a pesar de que tenía hombres para hacer daño. Sufrió el partido y tuvo en su arquero Sebastián Viera a un salvador y artífice del triunfo. Aprovechó un error del Medellín, aunque terminó aguantando.
5. Arbitraje complaciente en el Atanasio
El árbitro Carlos Betancur fue complaciente con Junior, que en varios pasajes manejó el partido ganando tiempo. Exageraron los visitantes al regresar al camerino por el humo de la pólvora antes del segundo tiempo. Y negó un penalti contra Caicedo.