Con solo mencionar la palabra Cholo en el fútbol, de inmediato los conocedores de este deporte saben que se está hablando de Hugo Sotil, el peruano que fue considerado uno de los mejores jugadores del continente americano en la década del 70. Hasta jugó en el Barcelona de España.
Con sus habilidades hacía del balompié un poema. Como mediocampista tenía la facultar de hacer de lo difícil lo más sencillo. Y si reflejaba exquisitez al poner en posición de gol a sus compañeros, cuando se convertía en delantero, y con dominio de ambos perfiles, era implacable.
“Inteligente, astuto, un crack. Con un gol de él, Perú le ganó la Copa América a Colombia en 1975, en esa época hasta militaba en el Barça al lado de Johan Cruyff. Sotil es de lo mejor que ha tenido Perú en la historia; era un 9, un súper goleador, entrón, fuerte, voluntarioso, no daba balón por perdido, mientras más lo atacaban y le pegaban, más jugaba”, elogia el historiador del fútbol Juan Manuel Uribe al hablar de Sotil.
Pues bien, este referente inca también militó en una de las épocas más gloriosas del DIM. Jugó con la escuadra roja en 1979. Su calidad la puso al servicio del rojo en 34 partidos, marcando 2 goles.
Hoy, con 69 años de edad, este hombre que llevó a su país a los cuartos de final de los mundiales de México-70 y Argentina-78, comenta que guarda un cariño especial por el equipo de Antioquia, más allá de no haber conquistado el título en ese tiempo. Aunque aportó con el talento que exhibía en sus pies.
“La gente, la ciudad, el ambiente en el clásico ante Nacional... cómo olvidarme de mi paso por Medellín, un lugar que me tuvo paciencia, me apreció y en el que aún allí tengo grandes amigos, entre ellos el Bolillo Gómez y Ponciano Castro”, cuenta Sotil en charla con EL COLOMBIANO.
“No tuve la dicha de disputar una final allí, pero sí la fortuna de pertenecer a la gran familia del DIM, uno de los mejores equipos del fútbol colombiano. Siempre lo tengo en mi corazón”.
Nacido en Ica, Perú, manifiesta que a su edad vive días felices al lado de sus hijos y nietos, a quienes les habla de lo que fue su notable carrera.
Desde la distancia, como otros de los jugadores que dejaron huella en el Poderoso (ver módulos), también le da aliento a los jugadores del cuadro paisa, que disputará hoy el juego de vuelta de la final del fútbol colombiano, en la que va abajo en la serie 4-1 ante Junior.
Su mensaje es claro. “En el fútbol nada está escrito, si fuera así, no tendría sentido. En este momento me cuesta recordar una anécdota en la que algún equipo revirtió una situación como esta, pero casos se han visto y tengo fe que los jugadores del Medellín lo pueden lograr. Le puedo decir que luchen hasta lo último para alzar un nuevo trofeo, tengan siempre el ánimo arriba, a todos les mando un caluroso saludo y buena energía” n