Anoche el DIM completó 16 meses sin poderle ganar al Junior. El 1-1 en el partido de ida de la final de la Copa Águila, entre ambos elencos, deja todo para el 8 de noviembre en Barranquilla.
Partido regular, con mucho fútbol en mitad de campo y pocas acciones de riesgo. Ese podría ser el resumen del duelo. Resultado justo, por lo exhibido en los dos conjuntos.
Y aunque el choque estaba para el cero, por las pocas llegadas sobre los arcos, el DIM se fue en ventaja sobre el tiempo inicial en una jugada de apreciación del árbitro Carlos Betancur, al considerar una falta sobre Erramuspe, que le permitió a Juan Fernando Quintero concretar por la vía del penalti.
Los reclamos de los jugadores visitantes no valieron e incluso terminaron en una amarilla para el arquero Sebastián Viera. Quintero se olvidó de colocarla y le pegó tan fuerte que pasó por debajo de la humanidad de Viera (1-0).
No obstante, el empate llegó por intermedio de un recién ingresado, Jarlan Barrera, quien a los 59 igualó.
El Medellín de anoche deberá mejorar mucho si quiere buscar un resultado en Barranquilla. Este Junior se muestra más fuerte en la cancha, con dos hombres que desequilibran como Yimmi Chará y Teófilo Gutiérrez.
El fútbol del rojo es de mucho toque en el medio, con pocas opciones en ataque, lo que permite que el contrario se recomponga fácil en su sector. Igualmente, anoche se vio que hay jugadores que poco aportan y que a veces se ven torpes al intentar finalizar jugadas, como Édinson Toloza. Y delanteros como Caicedo y Castro tampoco aportan en los minutos que juegan.
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