Han pasado 45 días desde que Caterine Ibargüen conquistó el oro del salto triple en los Olímpicos de Río, y 19 de lograr su cuarto título de la Liga de Diamante en Bruselas.
Y gracias a esos logros, unido a su rol dentro y fuera de las pistas, la atleta continúa recibiendo homenajes.
Ayer en Bogotá, y luciendo la sonrisa que la caracteriza, fue nombrada Embajadora del Banco Bbva, una distinción que la llena de orgullo, motivación y, sobre todo, responsabilidad para seguir siendo fuente y ejemplo de superación para las nuevas generaciones. “Es una gran alegría ser ahora embajadora de una marca que apoya el deporte y con la que comparto valores de transparencia, disciplina, esfuerzo y la certeza de ir adelante”.
A sus 32 de edad, la antioqueña asegura que maneja la técnica del vino, “entre más años soy mejor”, y que el nuevo patrocinio la llena de confianza. “Con esta alianza se me va a facilitar más el camino. Trabajo para obtener más medallas, mi meta a corto plazo es estar en el Mundial de 2017, y eso sí, a los Juegos de Tokio-2020 no les quito la mirada”.
Manifiesta que como toda mujer anhela tener hijos, aunque siente que aún no es el momento. “El deporte es mi prioridad, aún disfruto y amo lo que hago, por eso considero que hay Caterine para rato. Mi mente está clara en lo que quiere, en ella todavía no hay ninguna limitación”. Uno de sus desafíos es batir la marca mundial en poder de la ucraniana Inessa Kravets, desde 1995 en 15.50 metros.
“Ese ha sido una de mis grandes ilusiones. Estoy tan lejos como tan cerca de ese registro. Ha faltado el día perfecto para batirlo, he trabajado fuerte para él. El tiempo de Dios es perfecto, lo tengo en la mira, si se da bien y sino no será una frustración porque lo di todo para conseguirlo”.
Frente al cambio que está aconteciendo en Colombia, resalta que desde su posición lleva tiempo trabajando para mostrar una cara diferente del país. “Como deportista ya estoy haciendo mi aporte. Cada que salgo a una pista trato de evidenciar lo lindo que tiene la Nación, demostrando que somos alegría, prosperidad y esperanza. A través del deporte estamos haciendo paz”.
Siente satisfacción al saber que el atletismo colombiano, tanto en la modalidad que practica como en las demás, hay relevo generacional. “Hay niñas y niños en los semilleros con mucho talento, y que también pueden llegar lejos, por eso la importancia de entidades del estado y privadas para que los apoyen.
